lunes, 30 de agosto de 2010

Trivialismos


“A veces, me encantaría tener una vida como los demás… simplemente ser común”.

Perséfone Bohórquez

Ya casi es tarde. No tarda en llegar Ricado del trabajo. A ver si esta vez Manuel lo deja descansar antes de que comience a gritar por toda la casa: “¡cuéntame un cuento, papi, cuéntamelo!” Seguramente llegará con hambre. ¡Pero ya estoy lista! A Ricardo le fascina tener muchas entradas después del trabajo. Parecería que se siente un actor que sale al escenario para ser ovacionado. De tantas, ya he hecho una lista: la clásica, donde llega y Manuel grita y patalea por su cuento. Cenamos y a dormir. También está la fantasma, donde llega y nadie nos damos cuenta, se sube a la habitación se ducha y finge no haber ido a trabajar en todo el día (lo que a veces suena creíble, pero a mí no me engaña: en las tardes de cole de Manuel la siesta esta al orden de la tarde). Y mi favorita… cuando llega con su madre y ella llega con su instructivo memorizado...

¡Cena lista!, supongo que esta dieta vendrá mejor en porciones pequeñas. O pocos terminaran dejándose el plato a medio comer. Como detesto que me hagan eso, sobre todo si me dicen que está delicioso. Supongo que será de mucho pedir a dos piedras saltarinas un poco de seriedad. Bueno, ya son las cinco. Ya no tarda en llegar. Comienza mi turno de ama de casa….

lunes, 23 de agosto de 2010

Vértice.

"En el sueño del hombre que soñaba, el soñado despertó”.

Borges
Tardó una eternidad en comprobar que ese cuerpo soñador era idéntico al propio. Repentinamente su identico dormido despierta, y asombrados de tenerse frente a sí se observan, se estudian y se rechazan. Comienzan a girar en torno al eje del idéntico rechazo como quien solo observa al espejo. Y en esa danza únicamente existía la mirada del otro yo.

Ding, dong, dang, dong.
Ding, dong, dang, dong.

Despertó triste de saberse repudiado por si mismo en su propio sueño.  Sumergido en pensamientos caminó a abrir la puerta, y en el vestibulo principal se encuentra con el otro, y le sonrió.