tag:blogger.com,1999:blog-60660837429893159372024-02-19T18:22:02.634-08:00Corriendo por las nubesEliashttp://www.blogger.com/profile/00827990169005403066noreply@blogger.comBlogger51125tag:blogger.com,1999:blog-6066083742989315937.post-35339541038574975742012-12-10T10:00:00.000-08:002012-12-10T10:00:04.135-08:00Análisis de La Familia de Pascual Duarte<div style="line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 8.5pt; text-justify: inter-ideograph;">
La familia de Pascual Duarte escrita por Camilo José Cela es una obra que surge de la combinación (que se aprecia de manera evidente) de la picaresca. A la corriente que forma se le llama tremendismo<a href="file:///C:/Documents%20and%20Settings/Administrador/Mis%20documentos/Elias/Tareas/UABC/2011-2/Seminario%20de%20An%C3%A1lisis%20NP/Pasucal%20Duarte%20annalisis.docx#_ftn1" name="_ftnref1" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></a>, ya que no solo viene de la misma corriente que el <i>Periquillo sarniento, </i>sino que también se pueden ver otras corrientes anteriores que pudieron inspirar, o traía como influencias el autor, además del contexto histórico en que se escribió la obra<a href="file:///C:/Documents%20and%20Settings/Administrador/Mis%20documentos/Elias/Tareas/UABC/2011-2/Seminario%20de%20An%C3%A1lisis%20NP/Pasucal%20Duarte%20annalisis.docx#_ftn2" name="_ftnref2" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></a> (muy lógico que fuera la picaresca una de ellas al ser un escritor español).<o:p></o:p></div>
<div style="line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 8.5pt; text-justify: inter-ideograph;">
El título no sugiere nada a simple vista. Pero en la lectura nos dice que no es importante qué crímenes cometió sino porqué lo hizo, por su familia. En todo caso, para mi análisis, el título sirve como referencia para hacer una interpretación de la obra desde un punto de vista determinado: donde la familia es el centro de atención.<o:p></o:p></div>
<div style="line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 8.5pt; text-justify: inter-ideograph;">
El argumento es la historia fragmentada de Pascual, con tal maestría y precisión, que incluso se siente como si una persona narrara los hechos. No es que un narrador no sea una persona, pero en la realidad solo muy pocos pueden presumir de “informar” los hechos (narrativos o no) de manera cronología (situación que se observa más a menudo en la literatura). Básicamente, la historia nos muestra un Pascual Duarte con traumas que en su edad adulta determinaron ciertas acciones a tomar, debido a esto, la novela puede ser analizada por medio del psicoanálisis (tanto por los elementos como por el tipo de narrador que logra hacernos creer, junto con las cartas, que un tal Duarte sí existió, lo que convierte al ejercicio en algo llamativo y más entretenido<a href="file:///C:/Documents%20and%20Settings/Administrador/Mis%20documentos/Elias/Tareas/UABC/2011-2/Seminario%20de%20An%C3%A1lisis%20NP/Pasucal%20Duarte%20annalisis.docx#_ftn3" name="_ftnref3" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[3]</span></span><!--[endif]--></span></a>).<o:p></o:p></div>
<div style="line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 8.5pt; text-justify: inter-ideograph;">
Como mencionamos arriba, el tipo de narrador es en primera persona del singular, lo que logra que, gracias al estilo y el lenguaje, sintamos que alguien nos cuenta una anécdota y no un relato ficticio. El narratal es el Señor Don Joaquín Barrera López, a quién la carta del transcriptor dice que esta escrito el texto, y a quien se intulle que le habla (porque durante la narración de Duarte no se dice) cuando “dice usted me dispensará de que le envié este largo relato…, o “ya no quiero hablar de eso…”<o:p></o:p></div>
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El tiempo que cuenta pareciera ser cronológico, o al menos parece que eso pretende. Pero la verdad es que no parece tener pies ni cabeza el relato. Digo que parece porque se presenta, luego comienza a contarnos anécdotas de niño, y así cada vez más adelante. Pero a parte de las marcas textuales de ser un infantil, si cambiamos de lugar algunos capítulos (con algunas excepciones) bien podrían encajar, por la cantidad de retrospecciones que hace. Toda la obra esta contada en pasado. <o:p></o:p></div>
<div style="line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 8.5pt; text-justify: inter-ideograph;">
Como influencia directa de la picaresca, se “revive” la tesis de “el que nace pobre y desgraciado…” Pero en esta ocasión, es el mismo personaje el que no se deja progresar, y tiende a reaccionar de manera violenta a situaciones difíciles (en un análisis psicológico podría decirse que por lo que miró en casa cuando niño). <o:p></o:p></div>
<div style="line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 8.5pt; text-justify: inter-ideograph;">
La introducción, sin duda, es la carta del transcriptor, donde se nos presenta a Pascual Duarte. El desarrollo se mezcla con los múltiples clímax que tiene la obra. De hecho, la manera que logra impactar desde el inicio y uno de los puntos climáticos que mas me impactó (supongo que por estar muy al inicio), fue cuando mató a su perra<a href="file:///C:/Documents%20and%20Settings/Administrador/Mis%20documentos/Elias/Tareas/UABC/2011-2/Seminario%20de%20An%C3%A1lisis%20NP/Pasucal%20Duarte%20annalisis.docx#_ftn4" name="_ftnref4" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[4]</span></span><!--[endif]--></span></a>. Otros ejemplos climaticos podrían ser cuando se muere el hermano, el padre, cuando se casa con Lola, cuando regresa al pueblo, en los abortos, y sin duda, su muerte narrada en los ojos de otros. <o:p></o:p></div>
<div style="line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 8.5pt; text-justify: inter-ideograph;">
En esta obra, diferente a lo que he hecho en otros análisis, no busque los actantes porque la vedad se me hace que es solo uno, el subconsciente de Duarte. Aunque también podríamos tomar a la muerte de su padre como una, pues por ello se acostó con Lola, lo que desencadenó otros acontecimientos como la boda, los abortos, el engaño cuando huyó...<o:p></o:p></div>
<div style="line-height: 115%; margin-left: 26.5pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt; text-justify: inter-ideograph;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: Symbol;">·<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";"> </span></span><!--[endif]--><b>Pascual Duarte: </b>Protagonista de la historia. Violento, asesino, vive sumido en una desgracia cargando por la vida la mala suerte. Sentía afecto por su hermana y su hermano, por lo que intentó hacer siempre lo mejor por ellos.<o:p></o:p></div>
<div style="line-height: 115%; margin-left: 26.5pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt; text-justify: inter-ideograph;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: Symbol;">·<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";"> </span></span><!--[endif]--><b>Rosario:</b> Hermana menor de pascual. Manipuladora. Se marchó de muy joven del pueblo natal, se dice que anduvo en malos pasos. Regresó a casa, siendo novia de “el estirao”. Terminó sus días como novia del “señorito Sebastián”. Correspondía siempre el cariño de Pascual.<o:p></o:p></div>
<div style="line-height: 115%; margin-left: 26.5pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt; text-justify: inter-ideograph;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: Symbol;">·<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";"> </span></span><!--[endif]--><b>Madre de pascual</b>: Arquetipo de mala madre, cruel y alcohólica. Odiada por Pascual, razón por la que termina matándola.<o:p></o:p></div>
<div style="line-height: 115%; margin-left: 26.5pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt; text-justify: inter-ideograph;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: Symbol;">·<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";"> </span></span><!--[endif]--><b>Lola:</b> Primera esposa de Pascual. De las dos veces que se embarazó por pascual, ninguno de le logró, el primero fue aborto y el segundo se murió a los 11 meses. Durante la primera estancia en la cárcel de Pascual, le fue infiel con “el estirao” y quedó embarazada. Murió cuando le contó a Pascual su traición, pero no se sabe si por asfixia o por angustia.<o:p></o:p></div>
<div style="line-height: 115%; margin-left: 26.5pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt; text-justify: inter-ideograph;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: Symbol;">·<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";"> </span></span><!--[endif]--><b>Esteban Duarte:</b> Padre de Pascual. Contrabandista de joven, por lo que permaneció en la cárcel durante algún tiempo. Era un hombre soberbio, desagradable, autoritario y borracho, daba terribles palizas a su mujer y a sus hijos, excepto a Rosario. Murió de una terrible manera siendo encerrado por largas horas a los pocos días de que un perro lo mordió y lo infecto de rabia, sus últimas horas fueron mientras Mario nacía.<o:p></o:p></div>
<div style="line-height: 115%; margin-left: 26.5pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt; text-justify: inter-ideograph;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-family: Symbol;">·<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";"> </span></span><!--[endif]--><b>“El estirao”: </b>El contrario de Pascual, “chulo”. Es la persona de la que más mal se habla en toda la narración hasta que muere a manos de Pascual cuando lo visita para llevarse a su ex-mujer del estirao, y se burla en la cara de Pascual de las fechorías cometidas en su contra.<o:p></o:p></div>
<div style="line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 8.5pt; text-justify: inter-ideograph;">
En la obra se citan diversos lugares, pero la mayoría transcurre el pueblo natal de Pascual, perdido por la provincia de Badajoz. Pero por ovios motivos sabemos que la obra es escrita en la cárcel. Algunos lugares a los que viaja a lo largo de la historia son la cuidad de Mérida, la bahía Coruña y la cárcel.<b><span style="font-size: 13.5pt; line-height: 115%;"> </span></b>El tiempo que abarca la novela es aproximadamente entre treinta y cuarenta años, desde que nace hasta que muere. <b><span style="font-size: 13.5pt; line-height: 115%;"><o:p></o:p></span></b></div>
<div style="line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 8.5pt; text-justify: inter-ideograph;">
El lenguaje es coloquial desde el inicio, pero como se va acercando su muerte podemos observar que hay un ligero cambio con algunas palabras más cultas(o menos vulgares). Encontramos el lenguaje del Sancho Panza (palabras de antigüedad y refranes del habla vulgar). Predomina la narración aunque en ciertas partes describe.<o:p></o:p></div>
<div style="line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 8.5pt; text-justify: inter-ideograph;">
En un principio, es la obra en la que más he batallado para poder abordarla, ya que no me venia a la mente una corriente de pensamiento mientras la leía (cosa que a veces ocurre con otras novelas, como con <i>La muerte en Venecia </i>y<i> </i>Nietzsche o la dialogía). Sin duda atractiva desde el inicio, me atrapó la narración del personaje e indudablemente (lo confieso) tuve que regresar al inicio para leer los primeros documentos del libro. Lo novedoso es que no maneja una crítica social como la picaresca convencional, sino que solo aborda sus temas y los profundiza. Nuestro pícaro se vuelve más sedentario, y por eso no crítico el cambio de nombre. En otras palabras, sí hay una crítica y es a la base de la sociedad en esos tiempos: la familia, no toda la sociedad como en L<i>azarillo de Tormes.</i><o:p></o:p></div>
<w:sdt docparttype="Bibliographies" docpartunique="t" id="13773815" sdtdocpart="t"> </w:sdt><br />
<h1>
<span lang="EN-US" style="color: windowtext;">Bibliografía:</span><span style="color: windowtext; font-size: 11.0pt; font-weight: normal; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-fareast-theme-font: minor-fareast; mso-hansi-font-family: Calibri; mso-hansi-theme-font: minor-latin;"><w:sdtpr></w:sdtpr></span></h1>
<w:sdt bibliography="t" id="111145805"> <div class="MsoBibliography">
<!--[if supportFields]><span style='mso-element:
field-begin'></span><span style='mso-spacerun:yes'> </span>BIBLIOGRAPHY <span
style='mso-element:field-separator'></span><![endif]-->Honores, C. (s/a). <i>Tremendismo.</i> Recuperado el noviembre de 2011, de About.com: http://literatura.about.com/od/terminosliterarios/g/Tremendismo.htm<o:p></o:p><w:sdtpr></w:sdtpr></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
</w:sdt> <br />
<div style="line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 8.5pt; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<div>
<!--[if !supportFootnotes]--><br clear="all" />
<hr align="left" size="1" width="33%" />
<!--[endif]--> <br />
<div id="ftn1">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Documents%20and%20Settings/Administrador/Mis%20documentos/Elias/Tareas/UABC/2011-2/Seminario%20de%20An%C3%A1lisis%20NP/Pasucal%20Duarte%20annalisis.docx#_ftnref1" name="_ftn1" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-fareast-theme-font: minor-fareast; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></a> El tremendismo es definido por Crystal Honores como “un movimiento literario que se caracteriza por una crudeza en la narración y en la trama, aunque no se relaten hechos exclusivamente bélicos”. <w:sdt citation="t" id="13773814"><!--[if supportFields]><span style='mso-element:
field-begin'></span><span style='mso-spacerun:yes'> </span>CITATION Honores \l 3082<span style='mso-spacerun:yes'> </span><span style='mso-element:field-separator'></span><![endif]-->(Honores, s/a)<!--[if supportFields]><span
style='mso-element:field-end'></span><![endif]--></w:sdt></div>
</div>
<div id="ftn2">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Documents%20and%20Settings/Administrador/Mis%20documentos/Elias/Tareas/UABC/2011-2/Seminario%20de%20An%C3%A1lisis%20NP/Pasucal%20Duarte%20annalisis.docx#_ftnref2" name="_ftn2" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-fareast-theme-font: minor-fareast; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></a> En 1942, periodo postguerras en Europa.</div>
</div>
<div id="ftn3">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Documents%20and%20Settings/Administrador/Mis%20documentos/Elias/Tareas/UABC/2011-2/Seminario%20de%20An%C3%A1lisis%20NP/Pasucal%20Duarte%20annalisis.docx#_ftnref3" name="_ftn3" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-fareast-theme-font: minor-fareast; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[3]</span></span><!--[endif]--></span></a> Leí uno de procedencia dudosa, pero no lo quise incluir porque no estoy muy familiarizado con ese tipo de análisis.</div>
</div>
<div id="ftn4">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Documents%20and%20Settings/Administrador/Mis%20documentos/Elias/Tareas/UABC/2011-2/Seminario%20de%20An%C3%A1lisis%20NP/Pasucal%20Duarte%20annalisis.docx#_ftnref4" name="_ftn4" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-fareast-theme-font: minor-fareast; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[4]</span></span><!--[endif]--></span></a> Por dos motivos, Pascual dice que se entendía muy bien con el animal y parecía tenerle aprecio. Y el segundo es que me gustan los perros y comenzaba a tenerle cariño a esta.</div>
</div>
</div>
Eliashttp://www.blogger.com/profile/00827990169005403066noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-6066083742989315937.post-58822925535986256882012-05-28T10:00:00.000-07:002012-05-28T10:00:06.984-07:00VIAJE A LA SEMILLA Alejo Carpentier<div align="justify">
<b>I</b><br />
-¿Qué quieres, viejo? ...<br />
Varias veces cayó la pregunta de lo alto de los andamios. Pero el viejo no respondía. Andaba de un lugar a otro, fisgoneando, sacándose de la garganta un largo monólogo de frases incomprensibles. Ya habían descendido las tejas, cubriendo los canteros, muertos con su mosaico de barro cocido. Arriba los picos desprendían piedras de mampostería, haciéndolas rodar por canales de madera, con gran revuelo de cales y de yesos, y por las almenas sucesivas que iban desdentando las murallas aparecían -despojado de sus secretos- cielos rasgos ovales o cuadrados, cornisas, guirnaldas, dentículos, astrágalos, y papeles encolados que colgaban de los testeros como viejas pieles de serpientes en muda.<br />
Presenciando la demolición, una Ceres con la nariz rota y el peplo desvaído, vetado de negro el tocado de mieses, se erguía en el traspatio, sobre fuentes de mascarones borrosos. Visitados por el sol en horas de sombra, los peces grises del estanque bostezaban en agua musgosa y tibia, mirando con el ojo redondo aquellos obreros, negros sobre claro cielo, que iban rebajando la altura secular de la casa. El viejo se había sentado, con el cayado apuntalándole la barba, al pie de la estatua. Miraba el subir y bajar de cubos en que viajaban restos apreciables. Oíanse, en sordina, los rumores de la calle mientras, arriba, las poleas concertaban, sobre ritmos de hierro con piedra, sus gorjeos de ave desagradable y pechugona.<br />
Dieron las cinco. Las cornisas y entablamentos se despoblaron. Sólo quedaron escaleras de mano, preparando el asalto del día siguiente. El aire se hizo más fresco, aligerado de sudores, blasfemias, chirridos de cuerdas, ejes que pedían alcuzas y palmadas en torsos pringosos. Para la casa mondada el crepúsculo llegaba más pronto. Se vestía de sombras en horas en que su ya caída balaustrada superior solía regalar a las fachadas algún relumbre de sol. La Ceres apretaba los labios. Por primera vez las habitaciones dormirían persianas, abiertas sobre paisajes de escombros.<br />
Contrariando sus apetencias, varios capiteles yacían entre las hierbas. Las hojas de acanto descubrían su condición vegetal. Una enredadera aventuró sus tentáculos hacia la voluta jónica, atraída por un aire de familia, Cuando cayó la noche; la casa estaba más cerca de la tierra. Un marco de puerta se erguía aún, en lo alto, con tablas de sombra suspendidas de sus bisagras desorientadas.<br />
<b>II</b><br />
Entonces el negro viejo, que no se había movido, hizo gestos extraños, volteando su cayado sobre un cementerio de baldosas. Los cuadrados de mármol, blancos y negros, volaron a los pisos, vistiendo la tierra. Las piedras, con saltos certeros, fueron a cerrar los boquetes de las murallas. Hojas de nogal claveteadas se encajaron en sus marcos, mientras los tornillos de las charnelas volvían a hundirse en sus hoyos, con rápida rotación. En los canteros muertos, levantadas por el esfuerzo de las flores, las tejas juntaron sus fragmentos, alzando sonoro torbellino, de barro, para caer en lluvia sobre la armadura del techo. La casa creció, traída nuevamente a sus proporciones habituales, pudorosa y vestida. La Ceres fue menos gris. Hubo más peces en la fuente. Y el murmullo del agua llamó begonias olvidadas<br />
El viejo introdujo una llave en la cerradura de la puerta principal, y comenzó a abrir ventanas. Sus tacones sonaban a hueco. Cuando encendió los velones un estremecimiento amarillo corrió por el óleo de los retratos de familia, y gentes vestidas de negro murmuraron en todas las galerías, al compás de cucharas movidas en jícaras de chocolate. Don Marcial, Marqués de Capellanías, yacía en su lecho de muerte, el pecho acorazado de medallas, escoltado por cuatro cirios con largas barbas de cera derretida.<br />
<b>III</b><br />
Los cirios crecieron lentamente, perdiendo sudores. Cuando recobraron su tamaño, los apagó una monja apartando una lumbre. Las mechas blanquearon, arrojando el pabilo. La casa se vació de visitantes y los carruajes partieron en la noche. Don Marcial pulsó un teclado invisible y abrió los ojos.<br />
Confusas y revueltas, las vigas del techo se iban colocando en su lugar. Los pomos de medicinas, las borlas de damasco, el escapulario de cabecera, los daguerrotipos, las palmas de la reja, salieron de sus nieblas. Cuando el médico movió la cabeza con desconsuelo profesional, el enfermo se sintió mejor. Durmió algunas horas y despertó bajo la mirada negra y cejuda del Padre Anastasio. De franca, detallada, poblada de pecados, la confesión se hizo reticente, penosa, llena de escondrijos. ¿Y qué derecho tenía, en el fondo, aquel carmelita, a entrometerse en su vida? Don Marcial se encontró, de pronto, tirado en medio del aposento. Aligerado de un peso en las sienes, se levantó con sorprendente celeridad. La mujer desnuda que se desesperaba sobre el brocado del lecho buscó enaguas y corpiños, llevándose, poco después, sus rumores de seda estrujada y su perfume. Abajo, en el coche cerrado, cubriendo tachuelas del asiento, había un sobre con monedas de oro.<br />
Don Marcial no se sentía bien. Al arreglarse la corbata frente a la luna de la consola se vio congestionado. Bajó al despacho donde lo esperaban hombres de justicia, abogados y escribientes. Sus pertenencias se irían, a manos del mejor postor, al compás de martillo golpeando una tabla. Saludó y le dejaron solo. Pensaba en los misterios de la letra escrita, en esas hebras negras que se enlazan y desenlazan sobre anchas hojas filigranas de balanzas, enlazando y desenlazando compromisos, juramentos, alianzas, testimonios, declaraciones, apellidos, títulos, fechas, tierras, árboles y piedras; maraña de hilos, sacada del tintero, en que se enredaban las piernas del hombre, vedándole caminos desestimados por la Ley, cordón al cuello, que apretaba su sordina al percibir el sonido de las palabras en libertad. Su firma lo había traicionado, yendo a complicarse en nudo y enredos de legajos. Atado por ella, el hombre de carne se hacía hombre de papel.<br />
Era el amanecer. El reloj del comedor acababa de dar las seis de la tarde.<br />
<b>IV</b><br />
Transcurrieron meses de luto, ensombrecidos por un remordimiento cada vez mayor. Al principio, la idea de traer una mujer a aquel aposento se le hacía casi razonable. Pero, poco a poco, las apetencias de un cuerpo nuevo fueron desplazadas por escrúpulos recientes, que llegaron al flagelo. Cierta noche, Don Marcial se ensangrentó las carnes con una correo, sintiendo luego un deseo mayor, pero de corta duración. Fue entonces cuando la marquesa volvió, una tarde, de su paseo a las orillas del Almendares. Los caballos de la calesa no traían en las crines más humedad que la del propio sudor. Pero, durante todo el resto del día, dispararon coces a las tablas de la cuadra, irritados, al parecer, por la inmovilidad de nubes bajas.<br />
Al crepúsculo, una tinaja llena de agua se rompió en el baño de la marquesa. Luego, las lluvias de mayo rebosaron el estanque. Y aquella negra vieja, con tacha de cimarrona y palomas debajo de la cama, que andaba por el patio murmurando: "¡Desconfía de los ríos, niña; desconfía de lo verde que corre!". No había en qué el agua no revelara su presencia: Pero esa presencia acabó por no ser más que una jícara derramada sobre vestido traído de París, al regreso del baile aniversario dado por el Capitán General de la Colonia.<br />
Reaparecieron muchos parientes. Volvieron muchos amigos. Ya brillaban, muy claras, las arañas del gran salón. Las grietas de la fachada se iban cerrando. El piano regresó al clavicordio. Las palmas perdían anillos. Las enredaderas soltaban la primera cornisa. Blanquearon las ojeras de la Ceres y los capiteles parecieron recién tallados. Más fogoso, Marcial solía pasearse tardes enteras abrazando a la Marquesa. Borrábanse patas de gallina, ceños y papadas, y las carnes tornaban a su dureza. Un día, un olor de pintura fresca llenó la casa.<br />
<b>V</b><br />
Los rubores eran sinceros. Cada noche se abrían un poco más las hojas de los biombos, las faldas caían en rincones menos alumbrados y eran nuevas barreras de encajes. Al fin la marquesa sopló las lámparas. Sólo él habló en la oscuridad.<br />
Partieron para el ingenio, en gran tren de calesas -relumbrantes de grupas alazanas, bocados de plata y charoles al sol. Pero, a la sombra de las flores de Pascua que enrojecía el portal interior de la vivienda, advirtieron que se conocían apenas. Marcial autorizó danzas y tambores de Nación, para distraerse un poco en aquellos días olientes a perfumes de Colonia, baños de benjuí, cabelleras esparcidas, y sábanas sacadas de armarios que, al abrirse, dejaban caer sobre las losas un mazo de vetiver. El vaho del guarapo giraba en la brisa con el toque de oración. Volando bajo, las auras anunciaban lluvias reticentes, cuyas primeras gotas, anchas y sonoras, eran sorbidas por rejas tan secas que tenían diapasón de cobre. Después de un amanecer alargado por un abrazo deslucido, aliviados de desconciertos y cerrada la herida, ambos regresaron a la ciudad. La marquesa trocó su vestido de viaje por traje de novia y, como era costumbre, los esposos fueron a la iglesia para recobrar su libertad. Se devolvieron presentes a parientes y amigos, con revuelo de bronces y alardes de jaeces, cada cual tomó la calle de su morada. Marcial siguió visitando a María de las Mercedes por algún tiempo, hasta el día en que los anillos fueron llevados al taller del orfebre para ser desgrabados. Comenzaba para Marcial, una vida nueva. En la casa de altas rejas, la Ceres fue sustituida por una Venus italiana, y los mascarones de la fuente adelantaron casi imperceptiblemente el relieve al ver todavía encendida, pintada ya el alba, las luces de los velones.<br />
<b>VI</b><br />
Una noche después de mucho beber y marearse con tufos de tabaco frío, dejados por sus amigos. Marcial tuvo la sensación extraña de que los relojes de la casa daban las cinco, luego las cuatro y media, luego las cuatro, luego las tres y media... Era como la percepción remota de otras posibilidades. Como cuando se piensa, en enervamiento de vigilia, que puede andarse sobre el cielo raso, con el piso por cielo raso, entre muebles firmemente asentados entre las vigas del techo. Fue una impresión fugaz, que no dejó la menor huella en su espíritu, poco llevado, ahora, a la meditación.<br />
Y hubo un gran sarao, en el salón de música, el día en que alcanzó la minoría de edad. Estaba alegre, al pensar que su firma había dejado de tener un valor legal, y que los registros y escribanías, con sus polillas, se borraban de su mundo. Llegaban al punto en que los tribunales dejan de ser temibles para quienes tienen una carne desestimada por los códigos. Luego de achisparse con vinos generosos, los jóvenes descolgaron de la pared una guitarra incrustada de nácar, un salterio y un serpentón. Alguien dio cuerda al reloj que tocaba la Tirolesa de las Vacas y la Balada de los Lagos de Escocia. Otro embocó un cuerno de caza que dormía, enroscado en su cobre, sobre los fieltros encarnados de la vitrina, aliado de la flauta travesera traída de Aranjuez. Marcial, que estaba requebrando atrevidamente a la de Campoflorido, se asomó al guirigay, buscando en el teclado, sobre bajos falsos, la melodía del Trípili- Trápala. Y subieron todos al desván, de pronto, recordando que allá, bajo vigas que iban recobrando el repelo, se guardaban los trajes y libreas de la Casa de Capellanías. En entrepaños escarchados de alcanfor descansaban los vestidos de corte, un espadín de Embajador, varias guerreras amplastronadas, el manto de un Príncipe de la Iglesia, y largas casacas, con botones de damasco y difuminos de humedad en los pliegues. Matizáronse las penumbras con cintas de amaranto, miriñaques amarillos, túnicas marchitas y flores de terciopelo. Un traje de chispero con redecilla de borlas, nacido en una mascarada de carnaval, levantó aplausos. La de Campoflorido redondeó los hombros empolvados bajo un rebozo de color de carne criolla, que sirviera a cierta abuela, en noche de grandes decisiones familiares, para avivar los amenazados fuegos de un rico Síndico de Clarisas.<br />
Disfrazados regresaron los jóvenes al salón de música. Tocado con un tricornio de regidor, Marcial pegó tres bastonazos en el piso, y se dio comienzo a la danza de la valse, que las madres hallaban terriblemente impropio de señoritas, con eso de dejarse enlazar por la cintura, recibiendo manos de hombre sobre las ballenas del corset que todas se habían hecho según el reciente patrón de "El jardín de las Modas". Las puertas se oscurecieron de fámulas, cuadrerizos, sirvientes, que venían de sus lejanas dependencias y de los entresuelos sofocantes, para admirarse ante fiesta de tanto alboroto. Luego se jugó a la gallina ciega, y al escondite. Marcial, oculto con la de Campoflorido detrás de un biombo chino, le estampó un beso en la nuca, recibiendo en respuesta un pañuelo perfumado, cuyos encajes de Bruselas guardaban suaves tibiezas de escote. Y cuando las muchachas se alejaron en las luces del crepúsculo hacia las atalayas y torreones que se pintaban en grisnegro sobre el mar, los mozos fueron a la Casa de Baile, donde tan sabrosamente se contoneaban las mulatas de grandes ajorcas, sin perder nunca- así fuera de movida una guaracha- sus zapatillas de alto tacón. Y como se estaba en carnavales, los del Cabildo Arará Tres Ojos levantaban un trueno de tambores tras de la pared medianera, en un patio sembrado de granados. Subidos en mesa y taburetes, Marcial y sus amigos alabaron el garbo de una negra de pasas entrecanas, que volvía a ser hermosa, casi deseable, cuando miraba por sobre el hombro, bailando con altivo mohín de reto.<br />
<b>VII</b><br />
Las visitas de don Abundio, notario y albacea de la familia, eran más frecuentes. Se sentaba gravemente a la cabecera de la cama de Marcial, dejando caer al suelo su bastón de ácana para despertarlo antes de tiempo. Al abrirse, los ojos tropezaban con una levita de Alpaca, cubierta de caspa, cuyas mangas lustrosas recogían títulos y rentas. Al fin sólo quedó una pensión razonable, calculada para poner coto a toda locura. Fue entonces cuando Marcial quiso ingresar en el Real Seminario de San Carlos.<br />
Después de mediocres exámenes, frecuentó los claustros, comprendiendo cada vez menos las explicaciones de los dómines. El mundo de las ideas se iba despoblando. Lo que había sido, al principio una ecuménica asamblea de peplos, jubones, golas y pelucas, controversistas y ergotantes, cobraba la inmovilidad de un museo de figuras de cera.<br />
Marcial se contentaba ahora con una exposición escolástica de los sistemas, aceptando por bueno lo que se dijera en cualquier texto. "León", "Avestruz", "Ballena", "Jaguar", leíase sobre los grabados en cobre de la Historia Natural. Del mismo modo, "Aristóteles", "Santo Tomás", "Bacon", "Descartes", encabezaban páginas negras, en que se catalogaban aburridamente las interpretaciones del universo, al margen de una capitular espesa. Poco a poco, Marcial dejó de estudiarlas, encontrándose librado de un gran peso. Su mente se hizo alegre y ligera, admitiendo tan sólo un concepto instintivo de las cosas. ¿Para qué pensar en el prisma, cuando la luz clara de invierno daba mayores detalles a las fortalezas del puerto? Una manzana que cae del árbol sólo es incitación para los dientes. Un pie en una bañadera no pasa de ser un pie en una bañadera. El día que abandonó el Seminario, olvido los libros. El gnomo recobró su categoría de duende; el espectro fue sinónimo de fantasma; el octandro era bicho acorazado, con púas en el lomo.<br />
Varias veces, andando pronto, inquieto el corazón, había ido a visitar a las mujeres que cuchicheaban, detrás de puertas azules, al pie de las murallas. El recuerdo de la que llevaba zapatilla bordadas y hojas de albahaca en la oreja lo perseguía, en tardes de calor, como un dolor de muelas. Pero un día, la cólera y las amenazas de un confesor le hicieron llorar de espanto. Cayó por última vez en las sábanas del infierno, renunciando para siempre a sus rodeos por calles poco concurridas, a sus cobardías de última hora que le hacían regresar con rabia a su casa, luego de dejar a sus espaldas cierta acera rajada -señal, cuando andaba con la vista baja, de la media vuelta que debía darse para hollar el umbral de los perfumes.<br />
Ahora vivía sus crisis místicas pobladas de detentes, corderos pascuales, palomas de porcelana, Vírgenes de manto azul celeste, estrellas de papel dorado, Reyes magos, ángeles con alas de cisne, el Asno, el Buey, y un terrible San Dionisio que se le aparecía en sueños, con un gran vacío entre los hombros y el andar vacilante de quien busca un objeto perdido. Tropezaba con la cama y Marcial despertaba sobresaltado, echando mano al rosario de cuentas sordas. Las mechas, en sus pocillos de aceite, daban luz triste e imágenes que recobraban su color primero.<br />
<b>VIII</b><br />
Los muebles crecían. Se hacía cada vez más difícil sostener los antebrazos sobre el borde de la mesa del comedor. Los armarios de cornisas labradas ensanchaban el frontis. Alargando el torso, los moros de la escalera acercaban sus antorchas a los balaustres del rellano. Las butacas eran más hondas y los sillones de mecedora tenían tendencia a irse para atrás. No había ya que doblar las piernas al recostarse en el fondo de la bañadera con anillas de mármol.<br />
Una mañana en que leía un libro silencioso, Marcial tuvo ganas, súbitamente, de jugar con los soldados de plomo que dormían en sus cajas de madera. Volvió a ocultar el torno bajo la jofaina del lavabo, y abrió una gaveta sellada por las telarañas. La mesa de estudio era demasiado exigua para dar cabida a tanta gente. Por ello, Marcial se sentó en el piso. Dispuso los granaderos por filas de ocho. Luego, los oficiales a caballo, rodeando al abanderado. Detrás los artilleros, con sus cañones, escobillones y botafuegos. Cerrando la marcha, pífanos y timbales, con escoltas de redoblantes. Los morteros estaban dotados de un resorte que permitía lanzar bolas de vidrio a más de un metro de distancia.<br />
-¡Pum!... ¡Pum!...¡Pum!...<br />
Caían caballos, caían abanderados, caían tambores. Hubo de ser llamado tres veces por el negro Eligio, para decidirse a lavarse las manos y bajar al comedor. Desde ese día, Marcial conservó el hábito de sentarse en el enlosado. Cuando percibió las ventajas de esa costumbre, se sorprendió por n o haberlo pensado antes. Afectas al terciopelo de cojines, las personas mayores sudan demasiado. Algunas huelen a notario - como don Abundio- por no conocer, con el cuerpo echado, la frialdad del mármol en todo tiempo. Sólo desde el sueño pueden abarcarse totalmente los ángulos y perspectivas de una habitación. Hay bellezas de la madera, misteriosos campos de insectos, rincones de sombra, que se ignoran a altura de hombre. Cuando llovía, Marcial se ocultaba debajo del clavicordio. Cada trueno hacía temblar la caja de resonancia, poniendo todas las notas a cantar. Del cielo caían los rayos para construir aquella bóveda de calderones -órgano, pinar al viento, mandolina de grillos.<br />
<b>IX</b><br />
Aquella mañana lo encerraron en su cuarto. Oyó murmullos en toda la casa y el almuerzo que le sirvieron fue demasiado suculento para un día de semana. Había seis pasteles de la confitería de la Alameda -cuando sólo dos podían comerse, los domingos, después de misa. Se entretuvo mirando estampas de viajes, hasta que el abejeo creciente, entrando por debajo de las puertas, lo hizo mirar entre persianas. Llegaban hombres vestidos de negro, portando una caja con agarraderas de bronce. Tuvo ganas de llorar, pero en ese momento apareció el calesero Melchor, luciendo sonrisa de dientes en lo alto de botas sonoras. Comenzaron a jugar al ajedrez. Melchor era caballo. Él, era Rey. Tomando las losas del piso por tablero, podía avanzar de una en una, mientras Melchor debía saltar una de frente y dos de lado, o viceversa. El juego se prolongó hasta más allá del crepúsculo, cuando pasaron los Bomberos del Comercio.<br />
Al levantarse, fue a besar la mano de su padre que yacía en su cama de enfermo. El Marqués se sentía mejor, y habló a su hijo con el empaque y los ejemplos usuales. Los "Sí, padre" y los "No, padre", se encajaban entre cuenta y cuenta del rosario de preguntas, como las respuestas del ayudante en una misa. Marcial respetaba al Marqués, pero era por razones que nadie hubiera acertado a suponer. Lo respetaba porque era de elevada estatura y salía, en noches de baile, con el pecho rutilante de condecoraciones; porque le envidiaba el sable y los entorchados de oficial de milicias; porque en Pascuas, había comido un pavo entero, relleno de almendras y pasas, ganando una apuesta; porque, cierta vez, sin duda con el ánimo de azotarla, agarró a una de las mulatas que barrían la rotonda, llevándola en brazos a su habitación. Marcial, oculto tras una cortina, la vio salir poco después, llorosa y desabrochada, alegrándose del castigo, pues era la que siempre vaciaba las fuentes de compota devueltas a la alacena.<br />
El padre era un ser terrible y magnánimo al que debía amarse después de Dios. Para Marcial era más Dios que Dios, porque sus dones eran cotidianos y tangibles. Pero prefería el Dios del cielo, porque fastidiaba menos.<br />
<b>X</b><br />
Cuando los muebles crecieron un poco más y Marcial supo como nadie lo que había debajo de las camas, armarios y vargueños, ocultó a todos un gran secreto: la vida no tenía encanto fuera de la presencia del calesero Melchor. Ni Dios, ni su padre, ni el obispo dorado de las procesiones del Corpus, eran tan importantes como Melchor.<br />
Melchor, venía de muy lejos. Era nieto de príncipes vencidos. En su reino, había elefantes, hipopótamos, tigres y jirafas. Ahí los hombres no trabajaban, como don Abundio, en habitaciones oscuras, llenas de legajos. Vivían de ser más astutos que los animales. Uno de ellos sacó el gran cocodrilo del lago azul, ensartándolo con una pica oculta en los cuerpos apretados de doce ocas asadas. Melchor sabía canciones fáciles de aprender, porque las palabras no tenían significado y se repetían mucho. Robaba dulces en las cocinas; se escapaba de noche, por la puerta de los cuadrerizos, y, cierta vez, había apedreado a los de la guardia civil, desapareciendo luego en las sombras de la calle de la Amargura.<br />
En días de lluvia, sus botas se ponían a secar junto al fogón de la cocina. Marcial hubiese querido tener pies que llenaran tales botas. La derecha se llamaba Calambín. La izquierda, Calambán. Aquel hombre que dominaba los caballos cerreros con sólo encajarles dos dedos en los belfos, aquel señor de terciopelos y espuelas, que lucía chisteras tan altas, sabía también lo fresco que era un suelo de mármol en verano, y ocultaba debajo de los muebles una fruta o un pastel arrebatados a las bandejas destinadas al Gran Salón. Marcial y Melchor tenían en común un depósito secreto de grageas y almendras, que llamaban el "Urí, uría, ura", con entendidas carcajadas. Ambos habían explorado la casa de arriba abajo, siendo los únicos en saber que existía un pequeño sótano lleno de frescos holandeses, debajo de las cuadras, y que en desván inútil, encima de los cuartos de criadas, doce mariposas polvorientas acababan de perder las alas en caja de cristales rotos.<br />
<b>XI</b><br />
Cuando Marcial adquirió el hábito de romper cosas, olvidó a Melchor para acercarse a los perros. Había varios en la casa. El atigrado grande; el podenco que arrastraba las tetas, el galgo, demasiado viejo para jugar; el lanudo que los demás perseguían en épocas determinadas y que las camareras tenían que encerrar.<br />
Marcial prefería a Canelo porque sacaba zapatos de las habitaciones y desenterraba los rosales del patio. Siempre negro de carbón o cubierto de tierra roja, devoraba la comida de los demás, chillaba sin motivo y ocultaba huesos robados al pie de la fuente. De vez en cuando. También vaciaba un huevo acabado de poner, arrojando la gallina al aire con brusco palancazo.<br />
Todos daban de patadas al Canelo. Pero Marcial se enfermaba cuando se lo llevaban. Y el perro volvía triunfante, moviendo la cola, después de haber sido abandonado más allá de la Casa de Beneficencia, recobrando un puesto que los demás, con sus habilidades en la caza o desvelos en la guardia, nunca ocuparían.<br />
Canelo y Marcial orinaban juntos. A veces se encogían la alfombra persa del salón, para dibujar en su lana formas de nubes pardas que se ensanchaban lentamente. Esto costaba castigo de cintarazos. Pero los cintarazos no dolían tanto como creían las personas mayores. Resultaban, en cambio, pretexto admirable para armar concertantes de aullidos, y provocar la compasión de los vecinos. Cuando la bizca del tejadillo calificaba a su padre de "bárbaro", Marcial miraba a Canelo, riendo con los ojos. Lloraban un poco más para ganarse un bizcocho, y todo quedaba olvidado. Ambos comían tierra, se revolcaban al sol, bebían en la fuente de los peces, buscaban sombra y perfume al pie de las albahacas. En horas de calor, los canteros húmedos se llenaban de gente. Ahí estaba la gansa gris, con bolas colgantes entre las patas zambas; el gallo viejo del culo pelado; la lagartija que decía "urí, urá", sacándose del cuello una corbata rosada; el triste jubo, nacido en ciudad sin hembras, el ratón que tapiaba su agujero con una semilla de carey. Un día, señalaron el perro a Marcial.<br />
-¡Guau, guau!. Dijo<br />
Hablaba su propio idioma. Había logrado la suprema libertad. Ya querría alcanzar, con sus manos, objetos que estaban fuera del alcance de sus manos.<br />
<b>XII</b><br />
Hambre, sed, calor, dolor, frío. Apenas Marcial redujo su percepción a la de estas realidades esenciales, renunció a la luz que ya le era accesoria. Ignoraba su nombre. Retirado el bautismo, con su sal desagradable, no quiso ya el olfato, ni el oído, ni siquiera la vista. Sus manos rozaban formas placenteras. Era un ser totalmente sensible y táctil. El universo le entraba por todos los puros. Entonces cerró los ojos que sólo divisaban gigantes nebulosas y penetró en un cuerpo caliente, húmedo, lleno de tinieblas, que moría. El cuerpo, al sentirlo arrebozado con su propia sustancia, resbaló hacia la vida. Pero ahora el tiempo corrió más pronto, adelgazando sus últimas horas. Los minutos sonaban a glissando de naipes bajo pulgar de jugador. Las aves volvieron al huevo en torbellinos de plumas. Los peces cuajaron la hueva, dejando nevada de escamas en el fondo del estanque. Las palmas doblaron las pencas, desaparecieron en la tierra como abanicos cerrados. Los tallos sorbían sus hojas y el suelo tiraba de todo lo que le perteneciera. El trueno retumbaba en los corredores. Crecían pelos en la gamuza de los guantes. Las mantas de lana se destejían, redondeando el vellón de carneros distantes. Los armarios, los vargueños, las camas, los crucifijos, las mesas, las persianas, salieron volando en la noche, buscando sus antiguas raíces al pie de las selvas. Todo lo que tuviera clavos se desmoronaba. Un bergantín, anclado no se sabía dónde, llevó presurosamente a Italia los mármoles del piso y de la fuente. Las panoplias, los herrajes, las llaves, las cazuelas de cobre, los bocados de las cuadras, se derretían, engrosando un río de metal que galerías sin techo canalizaban hacia la tierra. Todo se metamorfoseaba, regresando a la condición primera. El barro volvió al barro, dejando un yermo en lugar de la casa.<br />
<b>XIII</b><br />
Cuando los obreros vinieron con el día para proseguir la demolición, encontraron el trabajo acabado. Alguien se había llevado la estatua de Ceres, vendida la víspera a un anticuario. Después de quejarse al Sindicato, los hombres fueron a sentarse en los bancos de un parque municipal. Uno recordó entonces la historia, muy difuminada, de una Marquesa de Capellanías, abogada, en tarde de mayo, entre las malangas del Almendares. Pero nadie prestaba atención al relato, porque el sol viajaba de oriente a occidente, y las horas que crecen a la derecha de los relojes deben alargarse por la pereza, ya que son las que más seguramente llevan a la muerte.</div>Eliashttp://www.blogger.com/profile/00827990169005403066noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6066083742989315937.post-41954249202166344092012-05-11T11:40:00.001-07:002012-05-11T11:41:27.057-07:00Ausencias<div><p>Sí, ya sé que tengo mucho sin pasarme por aquí, pero tengo escusa: SOY CUENTACUENTOS! <br>
Pero ahora que estoy aprendiendo a usar las aplicaciones de blogger en el celular, prometo solemnemente cuentear también por aquí.</p>
<p> Y nada mas para presumir, miren mi pintura. Es del cuento llamado: De que lado lo ves, Pitágoras. El autor es Julie Ellis, ilustrado(a quien le copie su dibujo) por Pyllis Hornung. Sí, aun no lo termino y para quienes lo hayan visto, tampoco está igual... no soy pintor sino pintero.</p>
<p>Que tengan un feliz y largo puente.</p>
<br/><img src='https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjXaCgEo1hjKuHs5Rb1pRHLavapBp68TXjNmGetclPK7hl7lENHxvttrArP7DObNhj7raBXfb7IqRiKbQ3kJawd73DcnVrtHSoZDIQrZXxNRNdIjqw8AjoxoXMp13XHq21ZDu478bpFw9Un/' /></div>Eliashttp://www.blogger.com/profile/00827990169005403066noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-6066083742989315937.post-42007646994554114772012-03-16T12:00:00.000-07:002012-03-16T12:00:04.572-07:00El cocodrilo de Felisberto HernándezEn una noche de otoño hacía calor húmedo y yo fui a una ciudad que me era casi desconocida; la poca luz de las calles estaba atenuada por la humedad y por algunas hojas de los árboles. Entré a un café que estaba cerca de una iglesia, me senté a una mesa del fondo y pensé en mi vida. Yo sabía aislar las horas de felicidad y encerrarme en ellas; primero robaba con los ojos cualquier cosa descuidada de la calle o del interior de las casas y después la llevaba a mi soledad. Gozaba tanto al repasarla que si la gente lo hubiera sabido me hubiera odiado. Tal vez no me quedara mucho tiempo de felicidad. Antes yo había cruzado por aquellas ciudades dando conciertos de piano; las horas de dicha habían sido escasas, pues vivía en la angustia de reunir gentes que quisieran aprobar la realización de un concierto; tenía que coordinarlos, influirlos mutuamente y tratar de encontrar algún hombre que fuera activo. Casi siempre eso era como luchar con borrachos lentos y distraídos: cuando lograba traer uno el otro se me iba. Además yo tenía que estudiar y escribirme artículos en los diarios.<br />
Desde hacía algún tiempo ya no tenía esa preocupación: alcancé a entrar en una gran casa de medias para mujer. Había pensado que las medias eran más necesarias que los conciertos y que sería más fácil colocarlas. Un amigo mío le dijo al gerente que yo tenía muchas relaciones femeninas, porque era concertista de piano y había recorrido muchas ciudades: entonces, podría aprovechar la influencia de los conciertos para colocar medias.<br />
El gerente había torcido el gesto; pero aceptó, no sólo por la influencia de mi amigo, sino porque yo había sacado el segundo premio en las leyendas de propaganda para esas medias. Su marca era "Ilusión". Y mi frase había sido: "¿Quién no acaricia, hoy, una media Ilusión?". Pero vender medias también me resultaba muy difícil y esperaba que de un momento a otro me llamaran de la casa central y me suprimieran el viático. Al principio yo había hecho un gran esfuerzo. (La venta de medias no tenía nada que ver con mis conciertos: y yo tenía que entendérmelas nada más que con los comerciantes). Cuando encontraba antiguos conocidos les decía que la representación de una gran casa comercial me permitía viajar con independencia y no obligar a mis amigos a patrocinar conciertos cuando no eran oportunos. Jamás habían sido oportunos mis conciertos. En esta misma ciudad me habían puesto pretextos poco comunes: el presidente del Club estaba de mal humor porque yo lo había hecho levantar de la mesa de juego y me dijo que habiendo muerto una persona que tenía muchos parientes, media ciudad estaba enlutada. Ahora yo les decía: estaré unos días para ver si surge naturalmente el deseo de un concierto; pero le producía mala impresión el hecho de que un concertista vendiera medias. Y en cuanto a colocar medias, todas las mañanas yo me animaba y todas las noches me desanimaba; era como vestirse y desnudarse. Me costaba renovar a cada instante cierta fuerza grosera necesaria para insistir ante comerciantes siempre apurados. Pero ahora me había resignado a esperar que me echaran y trataba de disfrutar mientras me duraba el viático.<br />
De pronto me di cuenta que había entrado al café un ciego con un arpa; yo le había visto por la tarde. Decidí irme antes de perder la voluntad de disfrutar de la vida; pero al pasar cerca de él volví a verlo con un sombrero de alas mal dobladas y dando vuelta los ojos hacia el cielo mientras hacía el esfuerzo de tocar; algunas cuerdas del arpa estaban añadidas y la madera clara del instrumento y todo el hombre estaban cubiertos de una mugre que yo nunca había visto. Pensé en mí y sentí depresión.<br />
Cuando encendí la luz en la pieza de mi hotel, vi mi cama de aquellos días. Estaba abierta y sus varillas niqueladas me hacían pensar en una loca joven que se entregaba a cualquiera. Después de acostado apagué la luz pero no podía dormir. Volví a encendería y la bombita se asomó debajo de la pantalla como el globo de un ojo bajo un párpado oscuro. La apagué en seguida y quise pensar en el negocio de las medias pero seguí viendo por un momento, en la oscuridad, la pantalla de luz. Se había convertido a un color claro; después, su forma, como si fuera el alma en pena de la pantalla, empezó a irse hacia un lado y a fundirse en lo oscuro. Todo eso ocurrió en el tiempo que tardaría un secante en absorber la tinta derramada.<br />
Al otro día de mañana, después de vestirme y animarme, fui a ver si el ferrocarril de la noche me había traído malas noticias. No tuve carta ni telegrama. Decidí recorrer los negocios de una de las calles principales. En la punta de esa calle había una tienda. Al entrar me encontré en una habitación llena de trapos y chucherías hasta el techo. Sólo había un maniquí desnudo, de tela roja, que en vez de cabeza tenía una perilla negra. Golpeé las manos y en seguida todos los trapos se tragaron el ruido. Detrás del maniquí apareció una niña, como de diez años, que me dijo con mal modo:<br />
-¿Qué quieres?<br />
-¿Está el dueño?<br />
-No hay dueño. La que manda es mi mamá.<br />
-¿Ella no está?<br />
-Fue a lo de doña Vicenta y viene en seguida.<br />
Apareció un niño como de tres años. Se agarró de la pollera de la hermana y se quedaron un rato en fila, el maniquí, la niña y el niño. Yo dije:<br />
-Voy a esperar.<br />
La niña no contestó nada. Me senté en un cajón y empecé a jugar con el hermanito. Recordé que tenía un chocolatín de los que había comprado en el cine y lo saqué del bolsillo. Rápidamente se acercó el chiquilín y me lo quitó. Entonces yo me puse las manos en la cara y fingí llorar con sollozos. Tenía tapados los ojos y en la oscuridad que había en el hueco de mis manos abrí pequeñas rendijas y empecé a mirar al niño. Él me observaba inmóvil y yo cada vez lloraba más fuerte. Por fin él se decidió a ponerme el chocolatín en la rodilla. Entonces yo me reí y se lo di. Pero al mismo tiempo me di cuenta que yo tenía la cara mojada.<br />
Salí de allí antes que viniera la dueña. Al pasar por una joyería me miré en un espejo y tenía los ojos secos. Después de almorzar estuve en el café; pero vi al ciego del arpa revolear los ojos hacia arriba y salí en seguida. Entonces fui a una plaza solitaria de un lugar despoblado y me senté en un banco que tenía enfrente un muro de enredaderas. Allí pensé en las lágrimas de la mañana. Estaba intrigado por el hecho de que me hubieran salido; y quise estar solo como si me escondiera para hacer andar un juguete que sin querer había hecho funcionar, hacía pocas horas. Tenía un poco de vergüenza ante mí mismo de ponerme a llorar sin tener pretexto, aunque fuera en broma, como lo había tenido en la mañana. Arrugué la nariz y los ojos, con un poco de timidez para ver si me salían las lágrimas; pero después pensé que no debería buscar el llanto como quien escurre un trapo; tendría que entregarme al hecho con más sinceridad; entonces me puse las manos en la cara. Aquella actitud tuvo algo de serio; me conmoví inesperadamente; sentí como cierta lástima de mí mismo y las lágrimas empezaron a salir. Hacía rato que yo estaba llorando cuando vi que de arriba del muro venían bajando dos piernas de mujer con medias "Ilusión" semibrillantes. Y en seguida noté una pollera verde que se confundía con la enredadera. Yo no había oído colocar la escalera. La mujer estaba en el último escalón y yo me sequé rápidamente las lágrimas; pero volví a poner la cabeza baja y como si estuviese pensativo. La mujer se acercó lentamente y se sentó a mi lado. Ella había bajado dándome la espalda y yo no sabía cómo era su cara. Por fin me dijo:<br />
<br />
-¿Qué le pasa? Yo soy una persona en la que usted puede confiar...<br />
<br />
Transcurrieron unos instantes. Yo fruncí el entrecejo como para esconderme y seguir esperando. Nunca había hecho ese gesto y me temblaban las cejas. Después hice un movimiento con la mano como para empezar a hablar y todavía no se me había ocurrido qué podría decirle. Ella tomó de nuevo la palabra:<br />
<br />
-Hable, hable nomás. Yo he tenido hijos y sé lo que son penas.<br />
<br />
Yo ya me había imaginado una cara para aquella mujer y aquella pollera verde. Pero cuando dijo lo de los hijos y las penas me imaginé otra. Al mismo tiempo dije:<br />
<br />
-Es necesario que piense un poco.<br />
<br />
Ella contestó:<br />
<br />
-En estos asuntos, cuanto más se piensa es peor.<br />
<br />
De pronto sentí caer, cerca de mí, un trapo mojado. Pero resultó ser una gran hoja de plátano cargada de humedad. Al poco rato ella volvió a preguntar:<br />
<br />
-Dígame la verdad, ¿cómo es ella?<br />
<br />
Al principio a mí me hizo gracia. Después me vino a la memoria una novia que yo había tenido. Cuando yo no la quería acompañar a caminar por la orilla de un arroyo -donde ella se había paseado con el padre cuando él vivía- esa novia mía lloraba silenciosamente. Entonces, aunque yo estaba aburrido de ir siempre por el mismo lado, condescendía. Y pensando en esto se me ocurrió decir a la mujer que ahora tenía al lado:<br />
<br />
-Ella era una mujer que lloraba a menudo.<br />
<br />
Esta mujer puso sus manos grandes y un poco coloradas encima de la pollera verde y se rió mientras me decía:<br />
<br />
-Ustedes siempre creen en las lágrimas de las mujeres.<br />
<br />
Yo pensé en las mías; me sentí un poco desconcertado, me levanté del banco y le dije:<br />
<br />
-Creo que usted está equivocada. Pero igual le agradezco el consuelo.<br />
<br />
Y me fui sin mirarla.<br />
<br />
Al otro día, cuando ya estaba bastante adelantada la mañana, entré a una de las tiendas más importantes. El dueño extendió mis medias en el mostrador y las estuvo acariciando con sus dedos cuadrados un buen rato. Parecía que no oía mis palabras. Tenía las patillas canosas como si se hubiera dejado en ellas el jabón de afeitar. En esos instantes entraron varias mujeres; y él, antes de irse, me hizo señas de que no me compraría, con uno de aquellos dedos que habían acariciado las medías. Yo me quedé quieto y pensé en insistir; tal vez pudiera entrar en conversación con él, más tarde, cuando no hubiera gente; entonces le hablaría de un yugo que disuelto en agua le teñiría las patillas. La gente no se iba y yo tenía una impaciencia desacostumbrada; hubiera querido salir de aquella tienda, de aquella ciudad y de aquella vida. Pensé en mi país y en muchas cosas más. Y de pronto, cuando ya me estaba tranquilizando, tuve una idea: "¿Qué ocurriría si yo me pusiera a llorar aquí, delante de toda la gente?". Aquello me pareció muy violento; pero yo tenía deseos, desde hacía algún tiempo, de tantear el mundo con algún hecho desacostumbrado; además yo debía demostrarme a mí mismo que era capaz de una gran violencia. Y antes de arrepentirme me senté en una sillita que estaba recostada al mostrador; y rodeado de gente, me puse las manos en la cara y empecé a hacer ruido de sollozos. Casi simultáneamente una mujer soltó un grito y dijo: "Un hombre está llorando". Y después oí el alboroto y pedazos de conversación: "Nena, no te acerques"... "Puede haber recibido alguna mala noticia"... "Recién llegó el tren y la correspondencia no ha tenido tiempo"... "Puede haber recibido la noticia por telegrama"... Por entre los dedos vi una gorda que decía: "Hay que ver cómo está el mundo. ¡Si a mí no me vieran mis hijos, yo también lloraría!". Al principio yo estaba desesperado porque no me salían lágrimas; y hasta pensé que lo tomarían como una burla y me llevarían preso. Pero la angustia y la tremenda fuerza que hice me congestionaron y fueron posibles las primeras lágrimas. Sentí posarse en mi hombro una mano pesada y al oír la voz del dueño reconocí los dedos que habían acariciado las medias. Él decía:<br />
<br />
-Pero compañero, un hombre tiene que tener más ánimo...<br />
<br />
Entonces yo me levanté como por un resorte; saqué las dos manos de la cara, la tercera que tenía en el hombro, y dije con la cara todavía mojada:<br />
<br />
-¡Pero si me va bien! ¡Y tengo mucho ánimo! Lo que pasa es que a veces me viene esto; es como un recuerdo...<br />
<br />
A pesar de la expectativa y del silencio que hicieron para mis palabras, oí que una mujer decía:<br />
<br />
-¡Ay! Llora por un recuerdo...<br />
<br />
Después el dueño anunció:<br />
<br />
-Señoras, ya pasó todo.<br />
<br />
Yo me sonreía y me limpiaba la cara. En seguida se removió el montón de gente y apareció una mujer chiquita, con ojos de loca, que me dijo:<br />
<br />
-Yo lo conozco a usted. Me parece que lo vi en otra parte y que usted estaba agitado.<br />
<br />
Pensé que ella me habría visto en un concierto sacudiéndome en un final de programa; pero me callé la boca. Estalló conversación de todas las mujeres y algunas empezaron a irse. Se quedó conmigo la que me conocía. Y se me acercó otra que me dijo:<br />
<br />
-Ya sé que usted vende medias. Casualmente yo y algunas amigas mías...<br />
<br />
Intervino el dueño:<br />
<br />
-No se preocupe, señora (y dirigiéndose a mí): Venga esta tarde.<br />
<br />
-Me voy después del almuerzo. ¿Quiere dos docenas?<br />
<br />
-No, con media docena...<br />
<br />
-La casa no vende por menos de una...<br />
<br />
Saqué la libreta de ventas y empecé a llenar la hoja del pedido escribiendo contra el vidrio de una puerta y sin acercarme al dueño. Me rodeaban mujeres conversando alto. Yo tenía miedo que el dueño se arrepintiera. Por fin firmó el pedido y yo salí entre las demás personas.<br />
<br />
Pronto se supo que a mí me venía "aquello" que al principio era como un recuerdo. Yo lloré en otras tiendas y vendí más medias que de costumbre. Cuando ya había llorado en varias ciudades mis ventas eran como las de cualquier otro vendedor.<br />
<br />
Una vez me llamaron de la casa central -yo ya había llorado por todo el norte de aquel país- esperaba turno para hablar con el gerente y oí desde la habitación próxima lo que decía otro corredor:<br />
<br />
-Yo hago todo lo que puedo; ¡pero no me voy a poner a llorar para que me compren!<br />
<br />
Y la voz enferma del gerente le respondió:<br />
<br />
-Hay que hacer cualquier cosa; y también llorarles...<br />
<br />
El corredor interrumpió:<br />
<br />
-¡Pero a mí no me salen lágrimas!<br />
<br />
Y después de un silencio, el gerente:<br />
<br />
-¿Cómo, y quién le ha dicho?<br />
<br />
-¡Sí! Hay uno que llora a chorros...<br />
<br />
La voz enferma empezó a reírse con esfuerzo y haciendo intervalos de tos. Después oí chistidos y pasos que se alejaron.<br />
<br />
Al rato me llamaron y me hicieron llorar ante el gerente, los jefes de sección y otros empleados. Al principio, cuando el gerente me hizo pasar y las cosas se aclararon, él se reía dolorosamente y le salían lágrimas. Me pidió, con muy buenas maneras, una demostración; y apenas accedí entraron unos cuantos empleados que estaban detrás de la puerta. Se hizo mucho alboroto y me pidieron que no llorara todavía. Detrás de una mampara, oí decir:<br />
<br />
-Apúrate, que uno de los corredores va a llorar.<br />
<br />
-¿Y por qué?<br />
<br />
-¡Yo qué sé!<br />
<br />
Yo estaba sentado al lado del gerente, en su gran escritorio; habían llamado a uno de los dueños, pero él no podía venir. Los muchachos no se callaban y uno había gritado: "Que piense en la mamita, así llora más pronto". Entonces yo le dije al gerente.<br />
<br />
-Cuando ellos hagan silencio, lloraré yo.<br />
<br />
Él, con su voz enferma, los amenazó y después de algunos instantes de relativo silencio yo miré por una ventana la copa de un árbol -estábamos en un primer piso- , me puse las manos en la cara y traté de llorar. Tenía cierto disgusto. Siempre que yo había llorado los demás ignoraban mis sentimientos; pero aquellas personas sabían que yo lloraría y eso me inhibía. Cuando por fin me salieron lágrimas saqué una mano de la cara para tomar el pañuelo y para que me vieran la cara mojada. Unos se reían y otros se quedaban serios; entonces yo sacudí la cara violentamente y se rieron todos. Pero en seguida hicieron silencio y empezaron a reírse. Yo me secaba las lágrimas mientras la voz enferma repetía: "Muy bien, muy bien". Tal vez todos estuvieron desilusionados. Y yo me sentía como una botella vacía y chorreada; quería reaccionar, tenía mal humor y ganas de ser malo. Entonces alcancé al gerente y le dije:<br />
<br />
-No quisiera que ninguno de ellos utilizara el mismo procedimiento para la venta de medias y desearía que la casa reconociera mi... iniciativa y que me diera exclusividad por algún tiempo.<br />
<br />
-Venga mañana y hablaremos de eso.<br />
<br />
Al otro día el secretario ya había preparado el documento y leía: "La casa se compromete a no utilizar y a hacer respetar el sistema de propaganda consistente en llorar..." Aquí los dos se rieron y el gerente dijo que aquello estaba mal. Mientras redactaban el documento, yo fui paseándome hasta el mostrador. Detrás de él había una muchacha que me habló mirándome y los ojos parecían pintados por dentro.<br />
<br />
-¿Así que usted llora por gusto?<br />
<br />
-Es verdad.<br />
<br />
-Entonces yo sé más que usted. Usted mismo no sabe que tiene una pena.<br />
<br />
Al principio yo me quedé pensativo; y después le dije:<br />
<br />
-Mire: no es que yo sea de los más felices; pero sé arreglarme con mi desgracia y soy casi dichoso.<br />
<br />
Mientras me iba -el gerente me llamaba- alcancé a ver la mirada de ella: la había puesto encima de mí como si me hubiera dejado una mano en el hombro.<br />
<br />
Cuando reanudé las ventas, yo estaba en una pequeña ciudad. Era un día triste y yo no tenía ganas de llorar. Hubiera querido estar solo, en mi pieza, oyendo la lluvia y pensando que el agua me separaba de todo el mundo. Yo viajaba escondido detrás de una careta con lágrimas; pero yo tenía la cara cansada.<br />
<br />
De pronto sentí que alguien se había acercado preguntándome:<br />
<br />
-¿Qué le pasa?<br />
<br />
Entonces yo, como el empleado sorprendido sin trabajar, quise reanudar mi tarea y poniéndome las manos en la cara empecé a hacer los sollozos.<br />
<br />
Ese año yo lloré hasta diciembre, dejé de llorar en enero y parte de febrero, empecé a llorar de nuevo después de carnaval. Aquel descanso me hizo bien y volví a llorar con ganas. Mientras tanto yo había extrañado el éxito de mis lágrimas y me había nacido como cierto orgullo de llorar. Eran muchos más los vendedores; pero un actor que representara algo sin previo aviso y convenciera al público con llantos...<br />
<br />
Aquel nuevo año yo empecé a llorar por el oeste y llegué a una ciudad donde mis conciertos habían tenido éxito; la segunda vez que estuve allí, el público me había recibido con una ovación cariñosa y prolongada; yo agradecía parado junto al piano y no me dejaban sentar para iniciar el concierto. Seguramente que ahora daría, por lo menos, una audición. Yo lloré allí, por primera vez, en el hotel más lujoso; fue a la hora del almuerzo y en un día radiante. Ya había comido y tomado café, cuando de codos en la mesa, me cubrí la cara con las manos. A los pocos instantes se acercaron algunos amigos que yo había saludado; los dejé parados algún tiempo y mientras tanto, una pobre vieja -que no sé de dónde había salido- se sentó a mi mesa y yo la miraba por entre los dedos ya mojados. Ella bajaba la cabeza y no decía nada; pero tenía una cara tan triste que daban ganas de ponerse a llorar...<br />
<br />
El día en que yo di mi primer concierto tenía cierta nerviosidad que me venía del cansancio; estaba en la última obra de la primera parte del programa y tomé uno de los movimientos con demasiada velocidad; ya había intentado detenerme; pero me volví torpe y no tenía bastante equilibrio ni fuerza; no me quedó otro recurso que seguir; pero las manos se me cansaban, perdía nitidez, y me di cuenta de que no llegaría al final. Entonces, antes de pensarlo, ya había sacado las manos del teclado y las tenía en la cara; era la primera vez que lloraba en escena.<br />
<br />
Al principio hubo murmullos de sorpresa y no sé por qué alguien intentó aplaudir, pero otros chistaron y yo me levanté. Con una mano me tapaba los ojos y con la otra tanteaba el piano y trataba de salir del escenario. Algunas mujeres gritaron porque creyeron que me caería en la platea; y ya iba a franquear una puerta del decorado, cuando alguien, desde el paraíso me gritó:<br />
<br />
-¡Cocodriiilooooo!!<br />
<br />
Oí risas; pero fui al camerín, me lavé la cara y aparecí en seguida y con las manos frescas terminé la primera parte. Al final vinieron a saludarme muchas personas y se comentó lo de "cocodrilo". Yo les decía:<br />
<br />
-A mí me parece que el que me gritó eso tiene razón: en realidad yo no sé por qué lloro; me viene el llanto y no lo puedo remediar, a lo mejor me es tan natural como lo es para el cocodrilo. En fin, yo no sé tampoco por qué llora el cocodrilo.<br />
<br />
Una de las personas que me habían presentado tenía la cabeza alargada; y como se peinaba dejándose el pelo parado, la cabeza hacía pensar en un cepillo. Otro de la rueda lo señaló y me dijo:<br />
<br />
-Aquí, el amigo es médico. ¿Qué dice usted, doctor?<br />
<br />
Yo me quedé pálido. Él me miró con ojos de investigador policial y me preguntó:<br />
<br />
-Dígame una cosa: ¿cuándo llora más usted, de día o de noche?<br />
<br />
Yo recordé que nunca lloraba en la noche porque a esa hora no vendía, y le respondí:<br />
<br />
-Lloro únicamente de día.<br />
<br />
No recuerdo las otras preguntas. Pero al final me aconsejó:<br />
<br />
-No coma carne. Usted tiene una vieja intoxicación.<br />
<br />
A los pocos días me dieron una fiesta en el club principal. Alquilé un frac con chaleco blanco impecable y en el momento de mirarme al espejo pensaba: "No dirán que este cocodrilo no tiene la barriga blanca. ¡Caramba! Creo que ese animal tiene papada como la mía. Y es voraz..."<br />
<br />
Al llegar al Club encontré poca gente. Entonces me di cuenta que había llegado demasiado temprano. Vi a un señor de la comisión y le dije que deseaba trabajar un poco en el piano. De esa manera disimularía el madrugón. Cruzamos una cortina verde y me encontré en una gran sala vacía y preparada para el baile. Frente a la cortina y al otro extremo de la sala estaba el piano. Me acompañaron hasta allí el señor de la comisión y el conserje; mientras abrían el piano -el señor tenía cejas negras y pelo blanco- me decía que la fiesta tendría mucho éxito, que el director del liceo -amigo mío- diría un discurso muy lindo y que él ya lo había oído; trató de recordar algunas frases, pero después decidió que sería mejor no decirme nada. Yo puse las manos en el piano y ellos se fueron. Mientras tocaba pensé: "Esta noche no lloraré... quedaría muy feo... el director del liceo es capaz de desear que yo llore para demostrar el éxito de su discurso. Pero yo no lloraré por nada del mundo".<br />
<br />
Hacía rato que veía mover la cortina verde; y de pronto salió de entre sus pliegues una muchacha alta y de cabellera suelta; cerró los ojos como para ver lejos; me miraba y se dirigía a mí trayendo algo en una mano; detrás de ella apareció una sirvienta que la alcanzó y le empezó a hablar de cerca. Yo aproveché para mirarle las piernas y me di cuenta que tenía puesta una sola media; a cada instante hacía movimientos que indicaban el fin de la conversación; pero la sirvienta seguía hablándole y las dos volvían al asunto como a una golosina. Yo seguí tocando el piano y mientras ellas conversaban tuve tiempo de pensar: "¿Qué querrá con la media?... ¿Le habrá salido mala y sabiendo que yo soy corredor...? ¡Y tan luego en esta fiesta!"<br />
<br />
Por fin vino y me dijo:<br />
<br />
-Perdone, señor, quisiera que me firmara una media.<br />
<br />
Al principio me reí; y en seguida traté de hablarle como si ya me hubieran hecho ese pedido otras veces. Empecé a explicarle cómo era que la media no resistía la pluma; yo ya había solucionado eso firmando una etiqueta y después la interesada la pegaba en la media. Pero mientras daba estas explicaciones mostraba la experiencia de un antiguo comerciante que después se hubiera hecho pianista. Ya me empezaba a invadir la angustia, cuando ella se sentó en la silla del piano, y al ponerse la media me decía:<br />
<br />
-Es una pena que usted me haya resultado tan mentiroso... debía haberme agradecido la idea.<br />
<br />
Yo había puesto los ojos en sus piernas; después los saqué y se me trabaron las ideas. Se hizo un silencio de disgusto. Ella, con la cabeza inclinada, dejaba caer el pelo; y debajo de aquella cortina rubia, las manos se movían como si huyeran. Yo seguía callado y ella no terminaba nunca. Al fin la pierna hizo un movimiento de danza, y el pie, en punta, calzó el zapato en el momento de levantarse, las manos le recogieron el pelo y ella me hizo un saludo silencioso y se fue.<br />
<br />
Cuando empezó a entrar gente fui al bar. Se me ocurrió pedir whisky. El mozo me nombró muchas marcas y como yo no conocía ninguna le dije:<br />
<br />
-Déme de esa última.<br />
<br />
Trepé a un banco del mostrador y traté de no arrugarme la cola del frac. En vez de cocodrilo debía parecer un loro negro. Estaba callado, pensaba en la muchacha de la media y me trastornaba el recuerdo de sus manos apuradas.<br />
<br />
Me sentí llevado al salón por el director del liceo. Se suspendió un momento el baile y él dijo su discurso. Pronunció varias veces las palabras "avatares" y "menester". Cuando aplaudieron yo levanté los brazos como un director de orquesta antes de "atacar" y apenas hicieron silencio dije:<br />
<br />
-Ahora que debía llorar no puedo. Tampoco puedo hablar y no puedo dejar por más tiempo, separados los que han de juntarse para bailar-. Y terminé haciendo una cortesía.<br />
<br />
Después de mi vuelta, abracé al director del liceo y por encima de su hombro vi la muchacha de la media. Ella me sonrió y levantó su pollera del lado izquierdo y me mostró el lugar de la media donde había pegado un pequeño retrato mío recortado de un programa. Yo me sentí lleno de alegría pero dije una idiotez que todo el mundo repitió:<br />
<br />
-Muy bien, muy bien, la pierna del corazón.<br />
<br />
Sin embargo yo me sentí dichoso y fui al bar. Subí de nuevo a un banco y el mozo me preguntó:<br />
<br />
-¿Whisky Caballo Blanco?<br />
<br />
Y yo, con el ademán de un mosquetero sacando una espada:<br />
<br />
-Caballo Blanco o Loro Negro.<br />
<br />
Al poco rato vino un muchacho con una mano escondida en la espalda:<br />
<br />
-El Pocho me dijo que a usted no le hace mala impresión que le digan "Cocodrilo".<br />
<br />
-Es verdad, me gusta.<br />
<br />
Entonces él sacó la mano de la espalda y me mostró una caricatura. Era un gran cocodrilo muy parecido a mí; tenía una pequeña mano en la boca, donde los dientes eran un teclado; y de la otra mano le colgaba una media; con ella se enjugaba las lágrimas.<br />
<br />
Cuando los amigos me llevaron a mi hotel yo pensaba en todo lo que había llorado en aquel país y sentía un placer maligno en haberlos engañado; me consideraba como un burgués de la angustia. Pero cuando estuve solo en mi pieza, me ocurrió algo inesperado: primero me miré en el espejo; tenía la caricatura en la mano y alternativamente miraba al cocodrilo y a mi cara. De pronto y sin haberme propuesto imitar al cocodrilo, mi cara, por su cuenta, se echó a llorar. Yo la miraba como a una hermana de quien ignoraba su desgracia. Tenía arrugas nuevas y por entre ellas corrían las lágrimas. Apagué la luz y me acosté. Mi cara seguía llorando; las lágrimas resbalaban por la nariz y caían por la almohada. Y así me dormí. Cuando me desperté sentí el escozor de las lágrimas que se habían secado. Quise levantarme y lavarme los ojos; pero tuve miedo que la cara se pusiera a llorar de nuevo. Me quedé quieto y hacía girar los ojos en la oscuridad, como aquel ciego que tocaba el arpa.Eliashttp://www.blogger.com/profile/00827990169005403066noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-6066083742989315937.post-37594891593732009382012-03-12T10:00:00.000-07:002012-03-12T10:00:07.438-07:00Tarea: Análisis comparativo de las diversas teorías educativas.<br />
<div>
<div id="ftn4">
<div style="border-bottom: solid black 1.0pt; border: none; mso-border-bottom-themecolor: accent1; mso-element: para-border-div; padding: 0cm 0cm 4.0pt 0cm;">
<div class="MsoTitle">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%; text-align: justify;">El paradigma de la educación es lo que ha logrado la “supremacía” de los
seres humanos. Por ello la carrera por mejorar la educación nunca se detiene.
No obstante, en la actualidad ya es vista como una herramienta de control e
incluso como política.</span><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%; text-align: justify;"> </span></div>
<div class="MsoTitle">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%; text-align: justify;">Pero ese es tema
de otro ensayo (y hasta de documentales). Por lo pronto, y para fines
prácticos, solo me concentraré en las fortalezas y debilidades de cómo se venia
“educando” y cómo se pretende hacerlo ahora.</span><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 8.5pt;">Antes de
continuar, y como el lenguaje es muy dado a interpretaciones diferentes, el
método ortodoxo me refiero al conductismo, y los planes que se tienen en cuanto
al constructivismo en sus varias modalidades</span><a href="file:///C:/Documents%20and%20Settings/Administrador/Mis%20documentos/Elias/Tareas/UABC/2012-1/An%C3%A1lisis%20de%20las%20teor%C3%ADas%20de%20la%20educaci%C3%B3n.docx#_ftn2" name="_ftnref2" style="font-size: 12pt; line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 8.5pt;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">[2]</span></span></span></a><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 8.5pt;">.
Las ventajas y desventajas en ambos. No me voy a poner a profundizar mucho en
cómo llevar a la práctica los modelos, ni cuales son los resultados presentados
en los deferentes países que han probado suerte con ambas maneras. Solo me
centrare en un análisis de las teorías para una directa comparación.</span><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 8.5pt;">Como
estudio preliminar, todo parece apuntar a que el propósito del constructivismo
no es otro sino el de integrar los aciertos de sus antecesoras, como resultado
directo de la evolución teórica. No obstante, la resistencia al cambio hace que
salgan a luz los defectos de la teoría, que se revisarán más adelante.</span></div>
<div class="MsoTitle">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 8.5pt;">Entrando en
materia, es importante mencionar cómo se concibe la educación de las diversas
teorías, fundamental para partir y comprender las aspiraciones de cada cual. Y
en la esquina de lo </span><b style="font-size: 12pt; line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 8.5pt;">“tradicional”</b><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 8.5pt;">
encontramos que el conocimiento una mera transmisión de información, un
“copy-paste” de la memoria del maestro a la del alumno. Y frente a ello, la
propuesta </span><b style="font-size: 12pt; line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 8.5pt;">constructivista</b><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 8.5pt;"> es descentralizar
del maestro el conocimiento y se enuncia: el aprendizaje va de acuerdo a la
etapa y el entorno del estudiante, interactuando con su contexto,
comprendiéndolo y modificándolo según necesite. Y como los colados nunca
faltan, el </span><b style="font-size: 12pt; line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 8.5pt;">conductismo</b><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 8.5pt;"> aporta que
educar consiste en modificar la conducta de los educandos a una más deseada
mediante el estímulo respuesta.</span></div>
<div class="MsoTitle">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 8.5pt;">En la
primera definición, sin duda incompleta al igual que la tercera, no admite al
ser humano con tal sino que lo hace un objeto al que hay que moldear y llenar.
Por otro lado, y para cubrir ese “problemita”, nos volteamos a ver el contexto
del educando, el cómo interactúa con los elementos de su entorno, tanto otros
individuos como con herramientas y los diversos problemas que se le presentan.
Sin duda un cambio radical, ya que, la contrapropuesta constructivista
centraliza la educación en el estudio del ser humano, volviéndolo el principal
actor de su conocimiento. Esto implica que:</span></div>
<div class="MsoTitle">
<span style="font-family: Wingdings; font-size: 12pt; line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: -18pt;">!<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; line-height: normal;"> </span></span><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: -18pt;">El maestro
debe crear el ambiente adecuado para que el alumno se interese por el
aprendizaje.</span></div>
<div class="MsoTitle">
<span style="font-family: Wingdings; font-size: 12pt; line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: -18pt;">!<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; line-height: normal;"> </span></span><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: -18pt;">El alumno
estudia porque le interesa.</span></div>
<div class="MsoTitle">
<span style="font-family: Wingdings; font-size: 12pt; line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: -18pt;">!<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; line-height: normal;"> </span></span><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: -18pt;">La relación
de maestro alumno cambia de ser unilateral a un diálogo de conocimientos.</span></div>
<div class="MsoTitle">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%; text-align: justify;">Sin duda deseable, ya que en
teoría, si el alumno se interesa por algo se especializa en ello, se actualiza,
etc. Pero la visión constructivista no llega a tal punto sino hasta la idea de
la educación por competencias</span><a href="file:///C:/Documents%20and%20Settings/Administrador/Mis%20documentos/Elias/Tareas/UABC/2012-1/An%C3%A1lisis%20de%20las%20teor%C3%ADas%20de%20la%20educaci%C3%B3n.docx#_ftn3" name="_ftnref3" style="font-size: 12pt; line-height: 115%; text-align: justify;" title=""><sup><sup><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">[3]</span></sup></sup></a><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%; text-align: justify;">.</span></div>
<div class="MsoTitle">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 8.5pt;">Para no
quedarnos con mal sabor de boca, ahora de las desventajas de cada uno. No es
que no haya comenzado ya, pero se siente bonito leer que te avisan. Hace sentir
al lector que el “autor” pensaba en él mientras escribía</span><a href="file:///C:/Documents%20and%20Settings/Administrador/Mis%20documentos/Elias/Tareas/UABC/2012-1/An%C3%A1lisis%20de%20las%20teor%C3%ADas%20de%20la%20educaci%C3%B3n.docx#_ftn4" name="_ftnref4" style="font-size: 12pt; line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 8.5pt;" title=""><sup><sup><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">[4]</span></sup></sup></a><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 8.5pt;">.</span></div>
<div class="MsoTitle">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 8.5pt;">En cuanto
al conductismo, el que aprende podría encontrarse en una situación en la que el
estímulo no ocurre, por lo tanto el alumno no aprende. En una educación
tradicional, el alumno se vuelve una persona poco preocupada por su
mejoramiento personal, es decir, esta acostumbrado a que todo le den, no se
preocupa por investigar o buscar otras maneras de solucionar sus problemas;
hereda los vicios y costumbres de su maestro y regularmente se cierra a nuevas
ideas. En cuanto al constructivismo, su principal falla radica en el
desconocimiento del cómo aplicar las teorías, o en ocasiones, dado al modo
divergente que genera este método, los individuos de clase media baja tienen
problemas de adaptación al medio laboral.</span></div>
<div class="MsoTitle">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 8.5pt;">Es por esto
mismo a que me refiero que la educación puede ser vista como una herramienta de
control a la sociedad (no dudo que ocurra). Pero dejando de lado la política,
los fallos que tienen las diferentes maneras de enseñar marcan a una persona.
Es fácil notar quien aprende con tal o cual método cuando llegan a la
universidad, notando solamente en lo que se le dificulta su inserción.</span></div>
<div class="MsoTitle">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 8.5pt;">Pero
pasando a un panorama menos desesperanzador, puedo afirmar que una persona
educada con el conductismo solo se enfoca en metas claras y las logra, pues
esta “programado” para ello. Los educados en el método ortodoxo serán tan
buenos en lo que el maestro es bueno, o incluso mejores que éste. Por último,
el hijo menor de las teorías que abordo, una persona constructivista es alguien
capacitado para resolver muchos problemas de diferentes maneras.</span></div>
<div class="MsoTitle">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 8.5pt;">Mientras escribía
todas las cosas relevantes e irrelevantes en el ensayo que le presento, y a
manera de conclusión, no dejaba de darme vueltas en la cabeza una frase de Fernando
Savater en su libro </span><i style="font-size: 12pt; line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 8.5pt;">El arte de educar: </i><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 8.5pt;">“Sin
duda, el esfuerzo por educar a nuestros hijos mejor de lo que nosotros fuimos
educados encierra un punto paradójico, pues da por sentado que nosotros -los
deficientemente educados- seremos capaces de educar bien”. Sin duda, porque el
primer motivo que encontraba para los estudios acerca de la educación era el
mejoramiento de proceso, no obstante, los tiempos cambian y por tanto, en la
educación, se deben actualizar los programas y los métodos para una óptima
recepción del alumno.</span></div>
</div>
<div>
<div id="ftn1">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<span class="MsoFootnoteReference"><span class="MsoFootnoteReference"><br /></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Documents%20and%20Settings/Administrador/Mis%20documentos/Elias/Tareas/UABC/2012-1/An%C3%A1lisis%20de%20las%20teor%C3%ADas%20de%20la%20educaci%C3%B3n.docx#_ftnref2" name="_ftn2" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt; line-height: 115%;">[2]</span></span></span></a> Abordando únicamente a Vigotsky,
Ausubel y Piaget. No lo hago por separado, ya los integro para llamarlo
constructivismo. Aunque sé que faltan diversas aportaciones, como las de
Montessori, éstos tres son los máximos exponentes.</div>
</div>
<div id="ftn2">
<div class="MsoFootnoteText">
<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn3">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Documents%20and%20Settings/Administrador/Mis%20documentos/Elias/Tareas/UABC/2012-1/An%C3%A1lisis%20de%20las%20teor%C3%ADas%20de%20la%20educaci%C3%B3n.docx#_ftnref3" name="_ftn3" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt; line-height: 115%;">[3]</span></span></span></a>De
la que no hablo aún, ni voy a abordar más allá de este punto. A mi parecer es
el resultado de las cenizas del constructivismo, en la que es imperativo darle
las herramientas al estudiante para que “desmenuce” su entorno, se interese en
algo y lo estudie a fondo.<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn4">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Documents%20and%20Settings/Administrador/Mis%20documentos/Elias/Tareas/UABC/2012-1/An%C3%A1lisis%20de%20las%20teor%C3%ADas%20de%20la%20educaci%C3%B3n.docx#_ftnref4" name="_ftn4" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt; line-height: 115%;">[4]</span></span></span></a> Y el segundo motivo tiene
que ver con la idea de los teóricos de la educación, en que solo prestamos
atención a determinada tarea un número definido de minutos. Luego comenzamos a
divagar.<o:p></o:p></div>
</div>
</div>
</div>
</div>Eliashttp://www.blogger.com/profile/00827990169005403066noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6066083742989315937.post-2249524298221125662012-03-09T12:00:00.000-08:002012-03-09T12:00:04.061-08:00El Otro de Jorge Luis Borges1972, pienso que si lo escribo, los otros lo leerán como un cuento y, con los años, lo será tal vez para mí.<br />
Se que fue casi atroz mientras duró y más aún durante las desveladas noches que lo siguieron Ello no significa que su relato pueda conmover a un tercero.<br />
Serían las diez de la mañana. Yo estaba recostado en un banco, frente al río Charles. A unos quinientos metros a mi derecha había un alto edificio, cuyo nombre no supe nunca. El agua gris acarreaba largos trozos de hielo. Inevitablemente, el río hizo que yo pensara en el tiempo. La milenaria imagen de Heráclito. Yo había dormido bien: mi clase de la tarde anterior había logrado, creo, interesar a los alumnos. No había un alma a la vista.<br />
Sentí de golpe la impresión (que según los psicólogos corresponde a los estados de fatiga) de haber vivido ya aquel momento. En la otra punta de mi banco alguien se había sentado. Yo hubiera preferido estar solo, pero no quise levantarme en seguida, para no mostrarme incivil. El otro se había puesto a silbar. Fue entonces cuando ocurrió la primera de muchas zozobras de esa mañana. Lo que silbaba, lo que trataba de silbar (nunca he sido muy entonado), era el estilo criollo de La tapera de Elías Regules. El estilo me retrajo a un patio, que ha desaparecido, y a la memoria de Álvaro Melián Lafinur, que hace tantos años ha muerto. Luego vinieron las palabras. Eran las de la décima del principio. La voz no era la de Álvaro, pero quería parecerse a la de Álvaro. La reconocí con horror.<br />
Me le acerqué y le dije:<br />
-Señor. ¿usted es oriental o argentino?<br />
-Argentino, pero desde el catorce vivo en Ginebra<br />
Fue la contestación.<br />
Hubo un silencio largo. Le pregunté:<br />
-¿En el número diecisiete de Malagnou, frente a la iglesia rusa?<br />
Me contesto que sí.<br />
-En tal caso -le dije resueltamente- usted se llama Jorge Luis Borges, yo también soy Jorge Luis Borges. Estamos en 1969, en la ciudad de Cambridge.<br />
-No -me respondió con mi propia voz un poco lejana.<br />
Al cabo de un tiempo insistió:<br />
- Yo estoy aquí en Ginebra, en un banco, a unos pasos de Ródano. Lo raro es que nos parecemos. Pero usted es mucho mayor, con la cabeza gris.<br />
Yo le contesté:<br />
Puedo probarte que no miento. Voy a decirte cosas que no puede saber un desconocido. En casa hay un mate de plata con un pie de serpientes, que trajo del Perú nuestro bisabuelo. También hay una palangana de plata, que pendía del arzón. En el armario de tu cuarto hay dos filas de libros. Los tres volúmenes de Las mil y una noches de Lane con grabados en acero y notas en cuerpo menor entre capítulo y capítulo, el diccionario latino de Quicherar, la Germania de Tácito en latín y en la versión de Gordon, un Don Quijote de la casa Gernier, las Tablas de Sangre de Rivera Indarte, con la dedicatoria del autor, el Sartor Resartos de Carlyle, una biografía de Amiel y, escondido detrás de los demás, un libro en rústica sobre las costumbres sexuales de los pueblos balkánicos. No he olvidado tampoco un atardecer en un primer piso de la plaza Dubourg.<br />
-Dufour -corrigió.<br />
-Está bien. Dufour. ¿Te basta con todo eso?<br />
-No –respondió-. Esas pruebas no prueban nada. Si yo lo estoy soñando es natural que sepa lo que lo sé. Su catálogo prolijo es del todo vano.<br />
La objeción era justa. Le contesté:<br />
-Esta mañana y este encuentro son sueños, cada uno de los dos tiene que pensar que el soñador es él. Tal vez dejemos de soñar, tal vez no. Nuestra evidente obligación, mientras tanto, es aceptar el sueño, como hemos aceptado el universo y haber sido engendrados y mirar con los ojos y respirar.<br />
-¿Y si el sueño durara? -dijo con ansiedad.<br />
Para tranquilizarlo y tranquilizarme, fingí un aplomo que ciertamente no sentía. Le dije:<br />
-Mi sueño ha durado ya setenta años. Al fin y a cabo, al recordarse, no hay persona que no se encuentre consigo misma. Es lo que nos está pasando ahora, salvo que somos dos. ¿No querés saber algo de mi pasado, que es el porvenir que te espera?<br />
Asintió sin una palabra. Yo proseguí un poco perdido:<br />
-Madre está sana y buena en su casa de Charcas y Maipú, en Buenos Aires, pero padre murió hace unos treinta años. Murió del corazón. Lo acabó una hemiplejía; la mano izquierda puesta sobre la mano derecha era como la mano de un niño sobre la mano de un gigante. Murió con impaciencia de morir, pero sin una queja. Nuestra abuela había muerto en la misma casa. Unos días antes del fin, nos llamó a todos y nos dijo: <soy><br />Nora, tu hermana, se casó y tiene dos hijos.<br />A propósito, en casa. ¿cómo están?<br /> -Bien. Padre siempre con sus bromas contra la fe. Anoche dijo que Jesús era como los gauchos, que no quieren comprometerse, y que par esa predicaba en parábolas.<br /> Vaciló y me dijo:<br /> -¿Y usted?<br /> -No sé la cifra de los libros que escribirás, pero se que son demasiados. Escribirás poesías que te darán un agrado no compartido y cuentos de índole fantástica. Darás clases como tu padre y como tantos otros de nuestra sangre.<br /> Me agradó que nada me preguntara sobre el fracaso o éxito de los libros. Cambié de tono y proseguí:<br /> -En lo que se refiere a la historia... Hubo otra guerra, casi entre los mismos antagonistas. Francia no tardó en capitular: Inglaterra y América libraron contra un dictador alemán, que se llamaba Hitler, la cíclica batalla de Waterloo. Buenos Aires, hacia mil novecientos cuarenta y seis, engendró otro Rosas, bastante parecido a nuestro pariente. El cincuenta y cinco, la provincia de Córdoba nos salvó, como antes Entre Ríos. Ahora, las cosas andan mal. Rusia está apoderándose del planeta. América, trabada por la superstición de la democracia, no se resuelve a ser un impero. Cada día que pasa nuestro país es más provinciano. Más provinciano y más engreído, como si cerrara los ojos. No me sorprendería que la enseñanza del latín fuera reemplazada par la del guaraní.<br /> Noté que apenas me prestaba atención. El miedo elemental de lo imposible y sin embargo lo amilanaba. Yo, que no he sido padre, sentí por ese pobre muchacho, más íntimo que un hijo de mi carne, una oleada de amor. Vi que apretaba entre las manos un libro. Le pregunté que era<br /> -Los poseídos o, según creo. Los demonios de Fyodor Dostoievski -me replicó no sin vanidad.<br /> -Se me ha desdibujado. ¿Qué tal es?<br /> No bien le dije, sentí que la pregunta era una blasfemia.<br /> -El maestro ruso -dictaminó- ha penetrado más que nadie en los laberintos del alma eslava.<br /> Esa tentativa retórica me parecía una prueba de que se había serenado.<br /> Le pregunté que otros volúmenes del maestro había recorrido.<br /> Enumeró dos o tres, entre ellos El doble.<br /> Le pregunté si a leerlos distinguía bien los personajes, como en el caso de Joseph Conrad, y si pensaba proseguir el examen de la obra completa.<br /> -La verdad es que no -me respondió con cierta sorpresa.<br /> Le pregunté qué estaba escribiendo y me dijo que preparaba un libro de versos que se titularía Los himnos rojos. También había pensado en Los ritmos rojos.<br /> -¿Por qué no? -le dije- Podés alegar buenos antecedentes El verso azul de Rubén Darío y La canción gris de Verlaine.<br /> Sin hacerme caso, me aclaró que su libro cantaría la fraternidad de todos los hombres. El poeta de nuestro tiempo no puede dar a espalda a su época.<br /> Me quedé pensando y le pregunte si verdaderamente se sentía hermano de todos. Por ejemplo, de todos los empresarios de pompas fúnebres, de todos los carteros, de todos los buzos, de todos los que viven en la acera de los números pares, de todos los afónicos, etcétera. Me dijo que su libro se refería a la gran masa de los oprimidos y parias.<br /> -Tu masa de oprimidos y de parias -le contesté- no es más que una abstracción. Sólo los individuos existen. Si es que existe alguien. El hombre de ayer no es el hombre de hoy sentenció algún griego. Nosotros dos, en este banco de Ginebra o de Cambridge, somos tal vez la prueba.<br /> Salvo en las severas páginas de la Historia, los hechos memorables prescinden de frases memorables. Un hombre a punto de morir quiere acordarse de un grabado, entrevisto en la infancia; los soldados que están por entrar en a batalla hablan del barro o del sargento. Nuestra situación era única y, francamente, no estábamos preparados. Hablamos, fatalmente, de letras: temo no haber dicho otras cosas que las que suelo decir a los periodistas. Mi alter ego creía en la invención o descubrimiento de metáforas nuevas: yo en las que corresponden a afinidades íntimas y notorias y que nuestra imaginación ya ha aceptado. La vejez de los hombres y el ocaso, los sueños y la vida, el correr del tiempo y del agua. Le expuse esta opinión, que expondría en un libro años después.<br /> Casi no me escuchaba. De pronto dijo:<br /> -Si usted ha sido yo, ¿cómo explicar que haya olvidado su encuentro con un señor de edad que en 1918 le dijo que él también era Borges?<br /> No había pensado en esa dificultad. Le respondí sin convicción:<br /> -Tal vez el hecho fue tan extraño que traté de olvidarlo.<br /> Aventuró una tímida pregunta:<br /> -¿Cómo anda su memoria?<br /> Comprendí que para un muchacho que no había cumplido veinte años, un hombre de más de setenta era casi un muerto. Le contesté:<br /> -Suele parecerse al olvido, pero todavía encuentra lo que le encargan. Estudio anglosajón y no soy el último de la clase.<br /> Nuestra conversación ya había durado demasiado para ser la de un sueño.<br /> Una brusca idea se me ocurrió.<br /> -Yo te puedo probar inmediatamente -le dije- que no estás soñando conmigo. Con este verso, que no has leído nunca, que yo recuerde.<br /> Lentamente entoné la famosa línea:<br /> L'hydre - univers tordan son corps écaillé d'astres.<br /> Sentí su casi temeroso estupor. Lo repitió en voz baja, saboreando cada resplandeciente palabra.<br /> -Es verdad -balbuceó-. Yo no podré nunca escribir una línea como esa.<br /> Hugo nos había unido<br /> Antes, él había repetido con fervor, ahora lo recuerdo, aquella breve pieza en que Walt Whitman rememora una compartida noche ante el mar, en que fue realmente feliz.<br /> -Si Whitman la ha cantado -observé- es porque la deseaba y no sucedió. El poema gana si adivinamos que es la manifestación de un anhelo, no la historia de un hecho.<br /> Se quedó mirándome.<br /> -Usted no lo conoce –exclamó-. Whitman es incapaz de mentir.<br /> Medio siglo no pasa en vano. Bajo nuestra conversación de personas de miscelánea lectura y gustos diversos, comprendí que no podíamos entendernos. Éramos demasiado distintos y demasiado parecidos. No podíamos engañarnos, lo cual difícil el diálogo. Cada uno de los dos era el remedo caricaturesco del otro. La situación era harto anormal para durar mucho más tiempo. Aconsejar o discutir era inútil porque su inevitable destino era ser el que soy.<br /> De pronto recordé una fantasía de Coleridge. Alguien sueña que cruza el paraíso y le dan como prueba una flor. Al despertarse, ahí está la flor.<br /> Se me ocurrió un artificio análogo.<br /> -Oí -le dije-. ¿tenés algún dinero?<br /> -Sí -me replicó-. Tengo unos veinte francos. Esta noche lo convide a Simón Jichlinski en el Crocodile.<br /> -Dile a Simón que ejercerá la medicina en Carouge, y que hará mucho bien…ahora me das una de tus monedas.<br /> Sacó tres escudos de plata y unas piezas menores. Sin comprender me ofreció uno de los primeros.<br /> Yo le tendí uno de esos imprudentes billetes americanos que tienen muy diverso valor y el mismo tamaño. Lo examinó con avidez.<br /> -No puede ser -gritó- Lleva la fecha de mil novecientos setenta y cuatro (meses después alguien me dijo que los billetes de banco no llevan fecha.)<br /> -Todo esto es un milagro -alcanzó a decir- y lo milagroso da miedo. Quienes fueron testigos de la resurrección de Lázaro habrán quedado horrorizados. No hemos cambiado nada, pensé. Siempre las referencias librescas.<br /> Hizo pedazos el billete y guardó la moneda.<br /> Yo resolví tirarla al río. El arco del escudo de plata perdiéndose en el río de plata hubiera conferido a mi historia una imagen vivida, pero la suerte no lo quiso.<br /> Respondí que lo sobrenatural, si ocurre dos veces, deja de ser aterrador. Le propuse que nos viéramos al día siguiente, en ese mismo banco que está en dos tiempos y en dos sitios.<br /> Asintió en el acto y me dijo sin mirar el reloj, que se le había hecho tarde. Los dos mentíamos y cada cual sabía que su interlocutor estaba mintiendo. Le dije que han a venir a buscarme.<br /> -¿A buscarlo? -me interrogó.<br /> -Si. Cuando alcances mi edad habrás perdido casi por completo la vista. Verás el color amarillo y sombras y luces. No te preocupes. La ceguera gradual no es una cosa trágica. Es como un lento atardecer de verano.<br /> Nos despedimos sin habernos tocado. Al día siguiente no fui. El otro tampoco habrá ido.<br /> He cavilado mucho sobre este encuentro, que no he contado a nadie. Creo haber descubierto la clave. El encuentro fue real, pero el otro conversó conmigo en un sueño y fue así que pudo olvidarme, yo conversé con el en la vigilia y todavía me atormenta el recuerdo.<br /> El otro me soñó, pero no me soñó rigurosamente. Soñó, ahora lo entiendo, la imposible fecha en el dólar.</soy>Eliashttp://www.blogger.com/profile/00827990169005403066noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-6066083742989315937.post-29636445263179994172012-03-05T01:11:00.000-08:002012-03-05T01:11:00.129-08:00Enseñanza de la lengua.Para comprender este texto, es importante mencionar que es un trabajo a partir de la lectura de un libro en google docs. Para verlo, click <a href="http://Ana%20Mar%C3%ADa%20Maqueo%20El%20enfoque%20comunicativo%20de%20la%20ense%C3%B1anza%20de%20la%20lengua.%20Google%20books/" target="_blank">aquí</a><br />
<blockquote class="tr_bq">
“La gramática no sirve para enseñar a hablar y escribir correctamente la propia, lo mismo que el estudio de la fisiología o de la acústica no enseñan a bailar, o que la mecánica no enseña a montar en bicicleta. Esto es de tal vulgaridad que avergüenza tener que escribirlo una y otra vez” </blockquote>
<div style="text-align: right;">
Américo Castro. </div>
<br /><div style="text-align: justify;">
Un ensayo acerca de la enseñanza de la lengua, pero muy poco nuevo se puede decir, si no es que nada. Y de acuerdo con el texto, en el que solo nos dice los métodos actuales no cumplen con lo necesario para que los estudiantes comprendan su lengua. Una de las partes más rescatable del texto, es el momento de la planificación didáctica, en la que, en resumidas cuentas, no dice un método, ni un norte<a href="file:///C:/Documents%20and%20Settings/Administrador/Mis%20documentos/Elias/Tareas/Ense%C3%B1anza%20de%20la%20lengua(tarea).docx#_ftn1">[1]</a>, supongo porque en realidad da partida libre al docente. La otra es que reconoce los huecos en la educación respecto a la enseñanza de la Lengua. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Entrando en materia, la planificación de la enseñanza de la lengua distingue tres pasos: Definición del método general, planeación estricta de la práctica y el seguimiento y evaluación del propio proyecto. En otras palabras, nos recuerda que al inicio es importante plantear los objetivos del curso, así como el método y contenido general. En una segunda etapa, y apegándonos en el paso anterior, una planeación donde se tomen decisiones sobre la estructura general, organizada en secuencias didácticas. Y por último, la evaluación del proyecto para asegurarnos de su eficacia. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Para finalizar, es importante tomar en cuenta esos pasos, ya que de ello depende lograr el objetivo inicial, la efectiva enseñanza de la lengua. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<br /><br /><a href="file:///C:/Documents%20and%20Settings/Administrador/Mis%20documentos/Elias/Tareas/Ense%C3%B1anza%20de%20la%20lengua(tarea).docx#_ftnref1">[1]</a> O a lo mejor sí, en las páginas que google no nos permite ver.Eliashttp://www.blogger.com/profile/00827990169005403066noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-6066083742989315937.post-37655357974890843152012-02-29T00:26:00.002-08:002012-03-01T23:01:43.040-08:00Premio: Gracias por tu amistadGracias a mi amiga Vizeth que me nominó... la verdad es que no me esperaba esto. De hecho, no sabía que este tipo de juego se hacía entre los blogueros, se aprecia el gesto amiga.<br />
De hecho, no solo le debo esta recomendación sino todos los concejos que me dice acerca de cómo mejorar el blog (cuando tiene tiempo, la condenada). La otra parte de los cambios de diseño se la deben a mi seguidora número 1 (la que me comenta todas las entradas para que no me sienta y continúe publicando).<br />
No soy muy dado a hablar de mí y menos en el blog, de hecho, este post es único en su especie, para que veas que te aprecio Viz.<br />
Pues les platico, ya que entré en la dinámica, no tengo ni idea de cómo entre en ella, y sí, nada más por que fui el primero de su lista y me cae bien la autora del blog, si no, ni le hacía caso. La cuestión es que también es necesario a veces no encapsularse en un solo tipo de entradas, por ello no podía haber mejor momento para haberme "nominado". La cura va más o menos así:<br />
<br />
<b>Reglas:</b><br />
1.- Responder a las preguntas de quien te nomina<br />
2.- Hacer tus 11 Preguntas<br />
3.- Nominar a 11 personas<br />
<div>
<br /></div>
<div>
<b>Las preguntas de Vizeth </b>(sí, las edite).<br />
<div>
<b><br /></b></div>
<b>1.- Pseudonimo/alias</b>: El marimo en fb, los otros no me los sé, no me los dicen... Bueno, los que me han dicho: Shagy(sí, el de scooby doo), fungi, fungipedia.<br />
<b>2.- Edad: </b>22<br />
<b>3.- iExplorer, Chrome o Mozilla: </b>Chrome y mozilla(depende del trinque)<br />
<b>4.- ¿Qué te inspira a hacer una entrada? </b>Antres, solamente usaba para subir cuentos que escribo a mano. Así que en realidad, quien me inspira para escribir es mí pluma.<br />
<b>5.- Como conociste el blog Circus du Freak? </b>Vizeth me obligó a entrar, me puso frente al ordenador y me dijo ¡Teclea!, con una pistola en la mano<br />
<b>6.- ¿Cantante preferido? </b>Huy, esta esta difícil... No tengo un cantante favorito. La verdad es que puedo pasarme horas hablando de diferentes cantantes, autores o no. Para ilustrarlos un poco más: me gusta Nirvana, apocalyptica, haggar, green day, red hot chilli pepers, los babasonicos, Andres Calamaro, LOS DANDYS(sí, me gusta lo cursi y viejito también), Ricardo Montaner, Koji Kondo, y otros que suenan como el último pero que tienen nombres rusos más raros y la verdad, tengo sueño.<br />
<b>7.- ¿Qué tipo de persona eres? </b>Única, la verdad. Como yo no hay dos(que bueno). Y a veces siento que sobra alguno.<br />
<b>8.- ¿Color favorito? </b>Azul, dorado con negro o rojo con negro.<br />
<b>9.- ¿Cuál es la razón de la respuesta numero 1? </b>El marimo, porque me gusta one piece y me toco ser zoro, pero marimo es un apodo que le pone Sanji a Zoro cuando se pelean. Y como quería que los que supieran de one piece platicaran conmigo de ello pero que mi gusto no fuera tan evidente. Shagy, es evidente(para los que me vieron con cabello largo), fungy por un compañero que me puso así porque en una clase de biología hice una pregunta, y luego evolucionó al que sigue.<br />
<b>10.- ¿Cuál es tu hobbie? </b>La verdad es que mi hobbie es vivir... todo lo que actualmente hago, lo hago con mucho gusto. Y lo disfruto como si fuera lo último.<br />
<b>11.- ¿Si fueras dueña del este blog(CDF)... que harías? </b>Pues, para comenzar, usar ropa de mujer y corte de hombre... jajajaja(sí, por el post de aquella vez). No ya en serio, le quitaría contenido para que las compus lentas de internet pobre pudiera entrar en el sitio sin tener que cerrar todo lo demás.</div>
<div>
<br /></div>
<div>
<b>Mis preguntas:</b><br />
<b><br /></b><br />
<b>1. </b>¿Qué clase "blogger" te consideras?<br />
<b>2. </b>¿Cuál es tu mayor interés al publicar?<br />
<b>3. </b>¿Tienes vida social?, ¿facebook?<br />
<b>4. </b>¿Cómo te gusta que te digan?<b> </b><br />
<b>5. </b>¿Qué escuchas cuando te rascas detrás de la oreja?, ¿no te recuerda algo?<br />
<b>6</b>. ¿Cuál es el apodo favorito que te pusiste o te pusieron?<br />
<b>7. </b>¿Por qué te lo pusieron/pusiste?<br />
<b>8.</b> ¿Que harías si te sacaras la lotería el día de hoy?<br />
<b>9.</b> ¿Te rascaste detrás de la oreja en la pregunta 5?<br />
<b>10. </b>¿De qué travesura estas más orgullos@?<br />
<b>11.</b> ¿Cuántos años tenías cuando la realizaste?<br />
<br />
<b>Mis nominados:</b><br />
<b><br /></b><br />
<b><a href="http://teatrodemurcielagos.blogspot.com/" target="_blank">Teatro de murcielagos</a> de </b>teatrodemurcielagos (jejeje, este será interesante)<br />
<a href="http://desvan-lectura.blogspot.com/" target="_blank"><b>Lecturas-primaria</b></a> de Viky<br />
<b><a href="http://marocaism.blogspot.com/">http://marocaism.blogspot.com/</a> </b> de Marocaism<br />
<a href="http://lachicapesadayelchicovulgar.blogspot.com/"><b>http://lachicapesadayelchicovulgar.blogspot.com/</b></a> de LA CHICA PESADA<br />
<b>Nominaría a más pero no tengo a quien, y los que tengo ya pasaron por esto... ¿o no es una limitante?</b></div>Eliashttp://www.blogger.com/profile/00827990169005403066noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-6066083742989315937.post-14902667621535348372012-02-27T10:00:00.000-08:002012-02-27T10:00:07.405-08:00Trabajo de clases.<div style="text-align: justify;">
Me encanta la ambigüedad del lenguaje. Sobre todo cuando una persona te encarga un trabajo serio y busca una manera muy rebuscada de decirlo: "Hagan un ensayo de la enseñanza de la lengua", era la instrucción. Pero, honestamente, no podía dejar de pensar en otra cosa que cómo redactar un ensayo donde los teóricos de la educación, vivos y muertos, no tuvieran nada que decir, simplemente sonrieran.Y aquí les presento el fruto de mis esfuerzos. </div>
<div style="text-align: justify;">
Sin duda, la sencillez es lo más importante. Pero también es muy importante la atención captada. Sobre todo para comprobar que el mensaje fue comprendido.</div>
<div style="text-align: justify;">
Un punto clave es el gesto que se utilice a la hora de la enseñanza, pues para ser honesto, la efectividad de la actividad depende de la cara que uses. Entre más chistosa mejor el efecto, o depende exclusivamente del significado del acto.</div>
<div style="text-align: justify;">
Sea como sea, no tiene mucha ciencia. Después de pensar la cara, inmediatamente después, abres la boca y enseñas la lengua...</div>Eliashttp://www.blogger.com/profile/00827990169005403066noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-6066083742989315937.post-34434830336034672892012-02-20T00:37:00.000-08:002012-02-20T00:37:00.190-08:00Irrealidad<br />
<blockquote class="tr_bq">
<i><span style="color: red;">Buscando encontré este cuento de cuando estaba en la secundaria... no es el primero que recuerdo haber escrito pero ahí va.</span></i></blockquote>
<div class="MsoNormalCxSpFirst">
<br /></div>
<div class="MsoNormalCxSpFirst">
Algunas veces hablo con él, y me parece muy extraño lo que dice, ya que no tiene sentido. Las cosas con que pasa un día son muy diversas. No entiendo como es posible que se concentre cuando escucha música, o por qué escribe un diario todas las noches, o por qué, si sabe mucho para poder ayudar, no se ayuda a sí mismo. <br />
La verdad es que no entiendo su modo de ser, a veces no se le pede detener, en otras no se le puede hablar, y en otras es muy difícil encontrarlo. <br />
Muchas veces no sabe lo que quiere, si esta solo porque quiere compañía, y si la tiene no sabe tratarla. <br />
Lo que he notado es que no es muy constante con lo que dice y lo que hace, y que no es tanto lo que sabe como lo aparenta. Que tiene habilidades pero no las explota por temor o falta de información y tiempo. Y que lo único que desea es el bienestar de algunos otros aunque él no este muy bien. <br />
Recuerdo cuando lo conocí: tenía un libro de carlos Marx, y en la otra un diccionario. Alguien le pregunto: “¿para que el diccionario?” “para entender el libro” A la semana dejo el libro en la biblioteca y juro por quienes ustedes crean que no entendí ni los monosílabos por lo que significan. <br />
Él ha conseguido muchas cosas desde que lo conocí: de sus recuerdos pude sacar un libro que muchas veces nos haría reír de sus ocurrencias, otras llorar de coraje, y otras más reflexionar por lo que dice. La vedad es que he aprendido mucho desde que lo conocí, <br />
Y gracias a su amistad he conocido a mucha gente. Recuerdo que cuando lo conocí no hablaba con nadie, ni reía, no tenia mejores amigos que los libros, ni mejores cómplices que sus apuntes del diario. Ahora ya sale de vez en cuando, tiene la mente más abierta a los demás y se permite llorar cuando lo desea, se permite consolarse y se permite abrasar a quien estima, y decir lo que le incomoda, y lo que detesta sin importar lo que opinen las masas.</div>Eliashttp://www.blogger.com/profile/00827990169005403066noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-6066083742989315937.post-62064753430663324382012-02-13T10:00:00.000-08:002012-02-13T10:00:04.304-08:00Reporte de La dama Boba.<br />
<div style="border-bottom: solid windowtext 1.0pt; border: none; mso-border-bottom-alt: solid windowtext .5pt; mso-element: para-border-div; padding: 0cm 0cm 1.0pt 0cm;">
<div class="MsoTitle" style="text-align: justify; text-indent: 8.5pt;">
<span style="line-height: 24px;"><br /></span></div>
</div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 8.5pt; text-justify: inter-ideograph;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">La dama boba, de Lope de Vega, se
desarrolla en Madrid, cuenta con catorce personajes y un coro de músicos. Esta
escrita en endecasílabos y octosílabos, haciendo las distinciones entre escenas
en un mismo acto. Las rimas son consonantes aunque no siempre con la misma
estructura. En ocasiones se parte el cuarteto para dar diferentes diálogos
entre los personajes, donde entre dos o más constituyen un verso o hablan a
fragmentos de estrofa, o lanzan todo un poema dejando el final en la boca del
oyente como respuesta.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 8.5pt; text-justify: inter-ideograph;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Los escenarios que se distinguen,
son, implícitamente la casa de Octavio entre jardines, aposentos, recepciones,
lo que se da una idea de la posición social que se ocupa. También está el prado
donde se aclaran Laurencio y Liseo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 8.5pt; text-justify: inter-ideograph;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Los tiempos no están muy definidos,
pues los hechos como ocurren no son de un día por acto, quizá por escena o a
veces entre dos. </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-ascii-font-family: "Bookman Old Style"; mso-hansi-font-family: "Bookman Old Style";"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 8.5pt; text-justify: inter-ideograph;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">La obra se basa en Finea y Nise, lo
que las distinguen, sus pretendientes, la evolución de cada una de ellas (pero
más de Finea). En cualquier caso, se puede ver la dominación de la mujer en la
sociedad española, cuando las dos hermanas se obtienen lo que desean, y de cómo
la lucha de poder siempre es fuerte entre ellas, y siempre desapercibida por el
mundo del hombre, que también esta ocupado por su propia lucha.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 8.5pt; text-justify: inter-ideograph;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">En el primer acto, la obra
introduce a Liseo como una persona con bajos recursos, vive fuera de Madrid. Se
entera de la situación económica de la familia de su desposada por el
estudiante que conoce y es del mismo sitio que su desposada. Al llegar, conoce
a ambas y no le deja muy buena impresión su prometida, de hecho, se queja
demasiado ante el público por las acciones de ésta. Se describe a Finea como la
boba desde el primer acto, y a Nise como discreta, sabia, gallarda y entendida.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 8.5pt; text-justify: inter-ideograph;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Da la casualidad, de que la obra
esté tan bien escrita, que se pueden encontrar algunos rasgos de la vida y el
pensamiento conforme su evolución mental, según el modo de vida de los
personajes que se traten. Por ejemplo, Nise tiene conocimiento de lo que es la
ciencia de la educación y toda la prospectiva desde el punto de vista docto,
pero Finea, a pesar de ser la boba de la obra, su juicio se basa en
observaciones prácticas de las enseñanzas de la vida. No es que no le guste el
arte o las ciencias, solo que los concibe de manera distinta a la ortodoxa de
aquellos tiempos, lo que le hace merecimiento el título (eso además de otras
cosas como no saber leer).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 8.5pt; text-justify: inter-ideograph;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">En el salto del primer al segundo
acto hay una elipsis de un mes. Al parecer, Nise ya conoce a su prometido
Laurencio, entendiéndose que es quien le presento el amigo de su padre. Pero ya
se introduce un enredo: Laurencio está enamorado de Finea, sea por la dote o
por ella. Para este momento, Liseo ya no tiene interés en Finea sino por la
hermana. Nise termina enojada y Finea desposada a Laurencio, con testigos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 8.5pt; text-justify: inter-ideograph;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Para el tercer acto, con casi otro
mes de elipsis, Finea se convierte en un partido mejor que Nise, de hecho, es
tan inteligente que parece boba. No es
considerada boba como antes, sino que ya aprendió lo que debería gracias al
amor. Resurge el pleito entre Liseo y Laurencio, lo que hace que Finea </span><span lang="ES-MX" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-MX;">actue</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">
para que la piensen boba de nuevo. El enredo trae consigo el destierro de
Laurencio a la casa de Octavio. Finea lo resuelve escondiéndole en el armario,
al que se esconde cuando hombres visiten la casa. El padre promete a sus hijas
a otros caballeros, cuando estas se resuelven a querer los que las querían. Al
final, los amores triunfan cuando Octavio encuentra a Laurencio y Turín en el
desván acompañando a Finea y Clara en una comida que advirtió Celia. Todo se
resuelve en el acto final, en la última escena.<o:p></o:p></span></div>Eliashttp://www.blogger.com/profile/00827990169005403066noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6066083742989315937.post-30071207979278043212012-02-07T10:00:00.000-08:002012-02-07T10:00:02.045-08:00Náufrago de Símbolos“Tristissima Nox”, de Julián del Casal, transporta al lector a un mundo interior obscuro y tenebroso que podría representar la mente humana, en los extraños rincones y muy ocultos, aptos para que las arañas tejan su tela entre susurros del viento en la arboleda. El poema es un soneto con rima consonante, del tipo ABBA/ BAAB/ CDE/ CDE, en endecasílabos. La musicalidad de las palabras hace que el poema no sea solo para ser leído, sino para ser escuchado. <br /><br />“Noche de soledad”, imagen que se antoja ideal para interiorizar en uno mismo y prestar atención al “rumor difuso” que “hace el viento surgir de la arboleda”. Pero la noche de la que nos habla Julián del Casal no es solo un momento ideal para pensar, como menciono antes, sino que también juega un papel semántico dentro del resto del poema. “Noche de soledad” es la base directa de todo el poema, la introducción al mundo interior tenebroso como lo es la mente y los pensamientos. <br /><br />En el segundo cuarteto modifica el entorno mas no el sentido simbólico inicial. En contraposición con el anterior (situado entre arboles-tierra-estabilidad, luego en el mar-agua-menor estabilidad), aquí las olas viajan de un sitio a otro, no se quedan quietas. Hacen ruido pero no mucho, sollozan, no lloran. <br /><br />Aquí encontré un poco más de problema, puesto que en el primer terceto me parece muy polisémico, pero me inclino a pensar que el “firme amparo” podría ser la lluvia (¿de ideas?), el sueño visto como la parte incomprensible de la mente, y la agrupación de los dos tipos de pensamientos de los que habla anteriormente sumergidos en la penumbra (o mejor dicho en el subconsciente). <br /><br />Por último evoca a la razón como la luz que trae la calma y reconforta en esa obscuridad donde nos aterran los susurros del viento entre las hojas y las telarañas y hacen que el mar se mueva, interesantemente, gobernados por el viento. Viento de los sonidos y palabras con que pensamos y nos expresamos. Siendo las mismas palabras con otro mensaje las que dan “luz” y traen de nuevo la calma en el pensamiento.Eliashttp://www.blogger.com/profile/00827990169005403066noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-6066083742989315937.post-46218601871808448312012-01-24T10:00:00.000-08:002012-02-12T00:25:51.340-08:00Análisis de La muerte en Venecia.<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 8.5pt; text-justify: inter-ideograph;"><i><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">La muerte en Venecia</span></i><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"> es una novela de Tomas Mann que se puede analizar desde varios puntos de vista teóricos, gracias a su literaturidad</span><a href="file:///C:/Documents%20and%20Settings/Administrador/Mis%20documentos/Elias/Tareas/UABC/2011-2/Seminario%20de%20An%C3%A1lisis%20NP/An%C3%A1lisis%20de%20La%20muerte%20en%20Venecia%20entregar.docx#_ftn1" name="_ftnref1" title=""><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 115%;">[1]</span></a><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">. Se puede ver a través de una percepción dialógica, donde abordamos el texto como un diálogo entre los pensamientos de Gustavo Aschenbach, sin duda valida, ya que desde una mirada más cercas notamos que la novela esta totalmente estructurada desde el punto de vista del personaje aunque no lo cuenta propiamente. Si hay algunos diálogos fuera de la mente de éste, pero en su mayoría solo son aparentes monólogos de lo que ve. Otra perspectiva muy interesante nos la propone Marina Martínez en Aschenbach: El superhombre nietzscheano<w:sdt citation="t" id="15693111"> (Martínez, 2002)</w:sdt>, donde nos propone un análisis donde nos muestra la experiencia de Gustavo como el héroe del que habla Nietzsche, sin duda, este texto se presta mucho para la visión deconstructivista.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 8.5pt; text-justify: inter-ideograph;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Sin duda es una novela muy compleja con diversas interpretaciones, mi trabajo se va a centrar en el análisis establecido en clase e intentaré mostrar los puntos clave de los diferentes puntos de vista en el análisis según el tipo.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 8.5pt; text-justify: inter-ideograph;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">En cuanto a historia y discurso, básicamente se nos presenta a Gustavo Aschenbach de manera íntegra, esto es, desde la novela podemos ver a un ser humano desde su físico, sus gustos y sus pensamientos. La narración del personaje abarca desde su infancia hasta su muerte, pero el discurso importante es el viaje a Venecia, lo que acontece durante su viaje y su estancia hasta la muerte. La narración esta basada en descripciones donde se mezcla un poco con el estado de animo y las impresiones de Gustavo. No solo se describe lo que se ve, sino lo que piensa, las actitudes del personaje…, el efecto que se logra con ellas es diverso: se le da profundidad al personaje, tanto en su historia, su perfil psicológico y su plano físico; se logra detener la narración “principal” en el viaje, por ejemplo, dando la impresión de hacerlo. Encontramos algunos diálogos entre los personajes, muchos recursos literarios, pero se tiene el problema de traducción, lo que a veces modifica la obra.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 8.5pt; text-justify: inter-ideograph;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">El título a simple vista nos da el tópico de la narración. Pero en ser ese el caso, ¿por qué se remonta tanto? y ¿para que se llevó solo hasta el final? Ambas llevan a un análisis más profundo, lo que podía ser un giño del escritor para llevarnos por otro camino al establecido (concepto dialógico de novela). En cierto momento hace pensar en la muerte de lo establecido, un antes y un después, cuando Gustavo compara la Venecia de sol y playa con la Venecia que encuentra, y desde ahí se da la entrada a la deconstrucción, entre otras partes de la novela, que se verán adelante.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 8.5pt; text-justify: inter-ideograph;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">La focalización es de un omnisciente limitado, siempre cuidando a Gustavo en lo que dice, piensa e interactúa con los demás y su entorno, nunca le deja. No hay indicios de una metaficción propiamente dicha, a menos que se le pueda considerar a la parte donde se narran los antecedentes de Aschenbach (lo que nos genera un nuevo punto del no retorno al momento de conocer a Tazdio). El efecto que se logra con este narrador es el de darnos una visión objetiva de los hechos.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 8.5pt; text-justify: inter-ideograph;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">La narración inicia presentándonos el motivo del viaje a Venecia, sin duda parte importante para poder morir ahí es estar en el sitio. El primer problema es el de todo escritor que pierde la inspiración. Luego hace un salto al pasado para narrarnos quién es Gustavo Aschenbach, hasta el momento del viaje. Luego nos convertimos en la sombra de nuestro personaje hasta el final. Los temas importantes se basan directamente en una transformación, un antes y un después. Pero se hace un énfasis especial en el punto del no retorno, esto es, da mucha importancia a la transición, el momento que separa ese antes y después. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 8.5pt; text-justify: inter-ideograph;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Se habla del prototipo de belleza, el arte antiguo y el nuevo (en la comparación de Gustavo-Tazdio con la idea de que Gustavo es una persona mayor y escritor reconocido, Tazdio es todo lo contrario, como las nuevas corrientes de arte: joven, nuevo, inocente y delicado).<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 8.5pt; text-justify: inter-ideograph;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Sin duda la novela toda es lenta, pero si hay que elegir, los puntos climáticos pueden ser durante el viaje cuando se topa con este señor que le cae mal, la llegada a Venecia, cuando conoce a Tazdio y cuando muere. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 8.5pt; text-justify: inter-ideograph;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Los actantes de la obra son:<o:p></o:p></span></div><div class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 44.5pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt; text-justify: inter-ideograph;"><span style="font-family: Wingdings; font-size: 12pt; line-height: 115%;">ü<span style="font: normal normal normal 7pt/normal 'Times New Roman';"> </span></span><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">La falta de inspiración de Gustavo, que sin duda es la que origina el viaje. Eso y su estado de salud.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoListParagraphCxSpLast" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 44.5pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt; text-justify: inter-ideograph;"><span style="font-family: Wingdings; font-size: 12pt; line-height: 115%;">ü<span style="font: normal normal normal 7pt/normal 'Times New Roman';"> </span></span><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Cuando Gustavo conoce a Tazdio, ya que es por él que no quiere abandonar Venecia a pesar del cólera.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 8.5pt; text-justify: inter-ideograph;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">No considere a Gustavo un actante, solo es un personaje que se mueve dependiendo del contexto, ni a Tazdio que es otro personaje también. Pero es importante remarcar que estos dos son los principales en la narración. Tienen varias aplicaciones, por un lado por un lado, como mencionaba arriba, marcan los cambios en el arte: Gustavo es un escritor reconocido, que incluso se utilizaba para leer en las escuelas. Tazdio es un personaje que cautivó en el sentido estético a nuestro escritor-personaje. Esa es la importancia de la profundidad de los personajes, que sin duda sin pistas para esta interpretación<a href="file:///C:/Documents%20and%20Settings/Administrador/Mis%20documentos/Elias/Tareas/UABC/2011-2/Seminario%20de%20An%C3%A1lisis%20NP/An%C3%A1lisis%20de%20La%20muerte%20en%20Venecia%20entregar.docx#_ftn2" name="_ftnref2" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">[2]</span></span></span></a>.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 8.5pt; text-justify: inter-ideograph;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">La novela comienza en Munich<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 8.5pt; text-justify: inter-ideograph;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">La obra se da en un sentido serio, escrita en tiempos pasados, con un lenguaje fácil de entender, quizá en el momento de la traducción se limpió y adecuó para su lectura al español. Es una buena obra si uno no se queda con el plano literal y encuentra las correlaciones acerca del “punto del no retorno”, pero en cierto momento la novela se vuelve densa y plagada de imágenes, cosa que me aburre a veces<a href="file:///C:/Documents%20and%20Settings/Administrador/Mis%20documentos/Elias/Tareas/UABC/2011-2/Seminario%20de%20An%C3%A1lisis%20NP/An%C3%A1lisis%20de%20La%20muerte%20en%20Venecia%20entregar.docx#_ftn3" name="_ftnref3" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">[3]</span></span></span></a>. Pero una vez que se comienzan a desentrañar los hilos que unen al pasado con el presente narrativo, se da uno cuenta de que son parte esencial del relato y se les toma un poco de cariño.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 8.5pt; text-justify: inter-ideograph;"><br />
</div><w:sdt docparttype="Bibliographies" docpartunique="t" id="27896391" sdtdocpart="t"> </w:sdt><br />
<h1><span lang="EN-US">Trabajos Citados</span><span lang="EN-US"> </span><o:p></o:p><span lang="EN-US" style="font-size: 11pt; font-weight: normal; line-height: 115%;"><w:sdtpr></w:sdtpr></span></h1><div class="MsoBibliography">Mann, T. (2010, noviembre 10). <i>La muerte en Venecia.</i> Retrieved Octubre 2011, from Ciudad Seva: http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/ale/mann/muerteve.htm<o:p></o:p></div><div class="MsoBibliography">Martínez, M. G. (2002, octubre - noviembre ). <i>Aschenbach: El superhombre nietzscheano.</i> Retrieved noviembre 2011, from Razón y Palabra: http://www.razonypalabra.org.mx/anterior.html<o:p></o:p></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><br />
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 8.5pt; text-justify: inter-ideograph;"><b><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Para reflexionar (locuras personales)</span></b><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">: El barco donde es transportado Gustavo, “era el barco una vieja cáscara de nuez”<w:sdt citation="t" id="15693121"> (Mann, 2010)</w:sdt>, ¿podría ser el mismo que usa Francisco Gabilondo Soler en su canción del mosquito?<o:p></o:p></span></div><div><br />
<hr align="left" size="1" width="33%" /><div id="ftn1"><div class="MsoFootnoteText"><a href="file:///C:/Documents%20and%20Settings/Administrador/Mis%20documentos/Elias/Tareas/UABC/2011-2/Seminario%20de%20An%C3%A1lisis%20NP/An%C3%A1lisis%20de%20La%20muerte%20en%20Venecia%20entregar.docx#_ftnref1" name="_ftn1" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="EN-US"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="EN-US" style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 115%;">[1]</span></span></span></span></a> No se me ocurre mejor término.<o:p></o:p></div></div><div id="ftn2"><div class="MsoFootnoteText"><a href="file:///C:/Documents%20and%20Settings/Administrador/Mis%20documentos/Elias/Tareas/UABC/2011-2/Seminario%20de%20An%C3%A1lisis%20NP/An%C3%A1lisis%20de%20La%20muerte%20en%20Venecia%20entregar.docx#_ftnref2" name="_ftn2" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="EN-US"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="EN-US" style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 115%;">[2]</span></span></span></span></a><span lang="EN-US"> </span>Cabe mencionar que otra interpretación posible es el del amor homosexual, pero es un tópico muy literal y sobretrabajado. Lo menciono para no dejar huecos.<o:p></o:p></div></div><div id="ftn3"><div class="MsoFootnoteText"><a href="file:///C:/Documents%20and%20Settings/Administrador/Mis%20documentos/Elias/Tareas/UABC/2011-2/Seminario%20de%20An%C3%A1lisis%20NP/An%C3%A1lisis%20de%20La%20muerte%20en%20Venecia%20entregar.docx#_ftnref3" name="_ftn3" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="EN-US"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="EN-US" style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 115%;">[3]</span></span></span></span></a><span lang="EN-US"> </span>De manera personal, pero para una persona que le gusten las descripciones sería un buen libro.<o:p></o:p></div></div></div>Eliashttp://www.blogger.com/profile/00827990169005403066noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-6066083742989315937.post-71713541092690860812011-12-01T17:40:00.000-08:002011-12-01T17:40:40.156-08:00No habrá cambios este semestre en el proceso de la jornada de tutorías.<link href="file:///C:%5CUsers%5CUsuario%5CAppData%5CLocal%5CTemp%5Cmsohtmlclip1%5C01%5Cclip_filelist.xml" rel="File-List"></link><link href="file:///C:%5CUsers%5CUsuario%5CAppData%5CLocal%5CTemp%5Cmsohtmlclip1%5C01%5Cclip_editdata.mso" rel="Edit-Time-Data"></link><!--[if !mso]> <style>
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<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiDmAjxsA4iGdcGHmf2vwPsiOWIsH9VFpant5pVadIy3HI5HKwV4Khkr8vdjGJ-W67kpZ3c_egFhrj9LAfWbDU760E1Y8NOypQgPxTkCpPjkXq-w6k0_yrlXRbeXorHE3PmM0fDZwQVNe_p/s1600/Dibujo.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="159" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiDmAjxsA4iGdcGHmf2vwPsiOWIsH9VFpant5pVadIy3HI5HKwV4Khkr8vdjGJ-W67kpZ3c_egFhrj9LAfWbDU760E1Y8NOypQgPxTkCpPjkXq-w6k0_yrlXRbeXorHE3PmM0fDZwQVNe_p/s200/Dibujo.jpg" width="200" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Estudiante de comunicación recibiendo tutorías</td></tr>
</tbody></table><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><!--[if gte vml 1]><v:shapetype
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o:title="100_1401" gain="39322f" grayscale="t"/> <w:wrap type="square"/> </v:shape><![endif]--><!--[if !vml]--><!--[endif]-->La jornada de tutorías del semestre en curso no experimentara cambios con respecto al semestre pasado, aseguró la coordinadora de tutorías de la facultad de humanidades, la doctora Rosa María Gonzales Corona. <br />
<br />
La jornada de tutorías se llevará a cabo en lo que resta de la semana y la próxima, y a pesar de que el proceso es como el semestre pasado, hay alumnos que aún no lo realizan, ya sea porque choca con los exámenes finales, porque la cita aun no les llega o porque desconocen el procedimiento, agregó la coordinadora. <br />
<br />
Los tutores son maestros de tiempo completo que orientan al alumno a decidir su mejor carga académica para el próximo semestre, además de ser un requisito indispensable para la reinscripción, comenta la doctora. <br />
<br />
Los únicos cambios que hubo fueron necesarios para la integración de los maestros que llegaron de su año sabático, como con la maestra Carmen Castañeda a quien se le asignaron algunos alumnos a su tutelaje, añadió.<span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><o:p></o:p></span></div>Eliashttp://www.blogger.com/profile/00827990169005403066noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6066083742989315937.post-52489673379365028022011-12-01T14:49:00.001-08:002011-12-01T14:52:00.473-08:00Realizan I Foro de Investigación Cualitativa en UABC.<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi1mp7z4nDehpV7Isk4VIqvJhNfd20UN337DByt9ish988NzabXbDntUjyMiYsb0gCRMk4F8qw-EahFGwJ2iy8fA2DoPCJ-YsB1hsJAKeP56lFbo9AAU2wezdWxT4tElIoh0RG_a8qkDRO9/s1600/Dibujo.JPG" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi1mp7z4nDehpV7Isk4VIqvJhNfd20UN337DByt9ish988NzabXbDntUjyMiYsb0gCRMk4F8qw-EahFGwJ2iy8fA2DoPCJ-YsB1hsJAKeP56lFbo9AAU2wezdWxT4tElIoh0RG_a8qkDRO9/s320/Dibujo.JPG" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Ponentes del I Foro de Investigación(foto, cortesía)</td></tr>
</tbody></table><div style="text-align: justify;">Estudiantes del séptimo semestre de Sociología en la UABC organizaron el primer foro de Investigación Cualitativa, que contó con la presencia del Maestro Cristian Zúñiga, comunicólogo, la doctora Rosa María Gonzales, socióloga, ambos de la UABC, y con la maestra Miriam García, historiadora de UABC y CECUT. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">La doctora Rosa María habló de la importancia del diseño y ejemplificó con su investigación, acerca de cómo miran los ciudadanos la delincuencia, realizada en los diferentes estados que visitó. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">La maestra Miriam García remarcó que no es un trabajo sencillo y mucho menos si tienes el soporte de una institución, como en su caso CECUT; pero que es un trabajo muy satisfactorio, en especial cuando vez los resultados del esfuerzo. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">El maestro Cristian Zúñiga habló básicamente de los resultados y de la importancia de no dejarse “influenciar” por las investigaciones anteriores, o en su caso, por la historia oficial. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Mayra Angélica Ramírez y Eunice Valenzuela, organizadoras del evento, dieron las gracias tanto al maestro Miguel Ángel Ramírez, coordinador de sociología de la UABC y moderador del foro, como a la maestra Adriana Cadena Roa quien las apoyó en el proyecto.</div>Eliashttp://www.blogger.com/profile/00827990169005403066noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6066083742989315937.post-7131287687327415572011-10-02T10:00:00.001-07:002011-10-02T10:00:04.571-07:00Análisis de la obra: La Señora Dalloway.Mrs. Dalloway es una novela de las mejor calificadas en la literatura inglesa, donde vemos un día en la vida de Clarissa Dalloway, que no especifica cuál aunque deja datos determinados que además dan verosimilitud a la narración, como el recorrido que hace cuando va a comprar flores. No encuentro una trama tan directa, el estilo narrativo es muy fragmentado, pero transcurre de manera cronológica con muchas analepsis. <br />
<br />
La manera en que se cuenta la historia con varios narradores, desde el inicio hace varios cambios: el Narrador es heterodiégetico, donde salta de la mente de un personaje a otro y en ocasiones narra los hechos del presente tal y como lo ve, para después saltar a los pensamientos de los personajes, donde nos cuenta lo que no se atreven a decir e incluso algunos recuerdos que hacen retrasar la narración del presente. En la obra abundan las descripciones, los soliloquios, se pueden encontrar algunos diálogos, ya sea en el párrafo o con salto de línea. <br />
<br />
El título se justifica gracias a que es un día en la vida de Clarissa, la señora Dalloway. No siento que el título tenga una interpretación simbólica a priori de la obra, sino a partir de su recepción, como ocurre con Madame Bovary. <br />
<br />
En cuanto al dialogo narrador/narratario, el primero es omnisciente, haciendo uso de sus poderes constantemente lo que hace que a veces se le olvide contar el presente. El narratario es totalmente eludido. El texto esta en estilo indirecto libre, que coloca al narrador tan cercas del personaje que a veces parece confundirse con él. <br />
<br />
El tema principal, siento que es Londres en la postguerra y sus consecuencias sociales, ya que en el inicio es el “personaje” que se introduce, además, la mayoría de los personajes que nos presentan nos dejan ver la cuidad de formas diferentes: en la obra hay muchos Londres, muchos que son el mismo. También lo puede ser la complejidad de la mente humana, la manera en que se nos presentan los personajes y la profundidad que posee cada uno se debe a los pensamientos y recuerdos que maneja. Algunos momentos climáticos podrían ser cuando Peter llega a visitar a Mrs. Dalloway, cuando Mrs. Dalloway se besa con su amiga Sally, cuando Mrs. Dalloway conoce a Richard y deja a Peter y cuando Septimus se suicida. <br />
<br />
El hilo narrativo lo logra la señora que cede su nombre al libro, ya que son sus amistades las que nos presentan Londres y el resto de la historia a través de su mente y la subjetividad que se enfrasca en cada uno de ellos. Y podría decirse que es ella<a href="file:///F:/Tarea/Intro%20a%20la%20narrativa/An%C3%A1lisis%20de%20la%20obra.docx#_ftn1">[1]</a> el actante principal, ya que es gracias a la fiesta que hacemos el recorrido por el resto de los personajes, o porque ella se los topa, y el narrador “se sale un ratito a vagar”. <br />
<br />
Los actantes son todos los personajes que nos hacen ver a través de sus ojos la vida londinense, son las conciencias en movimiento de la señora Dalloway, de Richard, su marido, de Peter Walsh, de Elizabeth, de Doris Kilman, del atormentado Septimus o de Rezia, su esposa italiana, perspectiva desde la cual va siendo construida aquella cálida mañana, a través de las calles londinenses con sus bocinas y motores, los parques por donde transitan los personajes, etc. El mundo se vuelve objetivo en esas conciencias antes de llegar al lector, deformándose según el estado de ánimo de cada cual añadido a los recuerdos, impresiones y sueños o fantasías. <br />
<br />
El espacio de lo narrado es obviamente es Londres después de la guerra, y el espacio literario es el mismo que el histórico, pero también se incluyen las mentes de los personajes que hablan para sí mismos. El tiempo de lo narrado es de un día, alrededor de doce horas. Lo que hace que la novela retrase el presente es que se va al pasado muchas veces, o mientras los personajes se mueven, piensan mientras actúan logrando que sea realmente un día en la vida de…, “retrasando” las acciones que en realidad ocurren mientras se piensa. <br />
<br />
En cuanto al lenguaje, notamos que abunda el monólogo interior de los protagonistas. La prosa y el vocabulario con la que esta escrita es un estilo muy próximo a la poesía, rico lenguaje figurativo, como lo son las metáforas, las descripciones, etc. <br />
<br />
La obra es buena en cuanto a propuesta literaria, pues me parece muy realista el hecho de retrasar las acciones con respecto al monólogo interno que llevamos todos, todos los días. En lo personal, no me gustan las obras donde las descripciones abundan sobre las acciones, pues se me hacen un tanto lentas, además que me hacen perder la concentración y para una obra como ésta es fatal, ya que, como todo está conectado, es importante prestar atención a los detalles para comprender la obra y su valor. <br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<a href="file:///F:/Tarea/Intro%20a%20la%20narrativa/An%C3%A1lisis%20de%20la%20obra.docx#_ftnref1">[1]</a> Solamente para dejarlo en claro, la señora DallowayEliashttp://www.blogger.com/profile/00827990169005403066noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-6066083742989315937.post-4525955790684524912011-05-19T17:44:00.000-07:002011-05-19T17:44:43.657-07:00Nuebo blogLes invito a que pasen a ver mi blog: <a href="http://ingresosfacilesenweb.blogspot.com/">Gana dinero en la web</a>Eliashttp://www.blogger.com/profile/00827990169005403066noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-6066083742989315937.post-69785222090665493972011-02-13T20:28:00.000-08:002011-02-13T20:28:39.083-08:00La cultura como herramienta educativa.La culturización es un proceso educativo muy efectivo gracias a diversos factores: crea identidad propia y colectiva, fundamental en todo ser humano de naturaleza social; una visión y una moral sólida, muy esenciales en la toma de decisiones, en la manera de proceder e incluso en la manera de actuar, lo que genera cierta armonía con el resto de los practicantes de dicha cultura, a pesar de sus diferencias. Podría decirse que la cultura es un “molde” para crear individuos con ciertas características colectivas (conducta, filosofía, actitud, etc.) e individuales (metas, visión, necesidades, etc.) en base a la observación e imitación de un individuo mayor, al que llamaremos “individuo modelo”. <br />
<br />
<br />
Toda persona tiene una cultura y en todo momento lo hace notar. Es cuestión de observar su conducta, sus perspectivas, su filosofía de vida, su moral, etc., para podernos dar una idea de qué tipo de familia tuvo en su infancia, o la está teniendo. Esto influye directamente en el individuo ya que, al ser imitadores de profesión, los sentidos nos conectan directamente al mundo exterior del cerebro, donde se almacena o rechaza cierta información, para después tener “material” disponible a la hora de actuar.<br />
<br />
Las tendencias a imitar patrones de comportamiento observadas en otras personas son necesariamente obra del proceso de aprendizaje cultural. Una cultura puede limitar a una persona al grado de considerar prácticas diferentes de las conocidas como incorrectas, al racismo, al patriarcado, matriarcado, entre otros.<br />
<br />
La cultura no es la única determinante en la educación de los individuos. Existen otros factores que juegan papeles serios a la hora de tomar decisiones con respecto a la educación, es decir, una persona puede decidir que clase de educación recibirá. Algunos factores podrían ser: los personales, como la motivación, los intereses, deseo, necesidad, etc.; el factor económico, como la falta de recursos, la necesidad de trabajar, entre otros; y sociales, como el recibir presiones externas, que no se encuentre un centro educativo al alcance ni personal competente en lo que se desea estudiar, por mencionar algunos ejemplos. <br />
<br />
La cultura es y será siempre parte innata en los seres humanos hasta su extinción, y siempre se transmitirá del mismo modo: de generación en generación. Motivo por el cual no existe mejor método para crear “buenas personas” que el seno familiar… propiamente de un “mosaico” de familias pertenecientes a una cultura que las une en el mismo “piso”.Eliashttp://www.blogger.com/profile/00827990169005403066noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6066083742989315937.post-61857484391855925452011-01-20T10:00:00.000-08:002010-12-21T18:15:31.898-08:00México, creo en ti, poesía de Ricardo López Méndez.Hola, ahora me sentí muy mexicno... y creo que este es un gran poema: "México, creo en ti", creo que de Ricardo López Méndez. Despues escribo una reseña con la ficha completa y un pequeño análisis. Y más cuentos^^!<br />
<br />
El video no es mio, lo encontré en la red...<br />
<iframe frameborder="0" height="344" src="http://www.youtube.com/embed/CJI09gSOFIs?fs=1" width="425"></iframe>Eliashttp://www.blogger.com/profile/00827990169005403066noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-6066083742989315937.post-9767154423076460582011-01-05T10:00:00.001-08:002011-02-13T20:41:28.952-08:00Y la lingüística...<strong><span style="color: #38761d;">Para quienes requieran la bibliografía, déjeme un mensaje con su correo y el libro que necesiten(de los de ésta bibliografía), y se los hago llegar.</span></strong><br />
<br />
La lingüística es una ciencia social que ha evolucionado en grandes giros y pasos, de lo elemental a lo micro y macro. En este trabajo, no planeo decir nada nuevo, ni poner mi nombre en los anaqueles de la historia de los grandes. Solo intento alcanzar un poco de luz acerca de tan misteriosa fuente, y compartirla con otros lectores que vengan de mi misma suerte (espero ayudarles). Para ello, me baso en Eugenio Coseriu y Ferdinand de Saussure (ver bibliografía para referencias más precisas), pues mi objetivo principal es deducir, a partir de los trabajos citados, el concepto inicial de la Lingüística y su objeto de estudio. Ya existen trabajos que lo lograron en mejor o menor medida, pero como mi segundo objetivo es confrontar este trabajo con aquellos, no los citaré en el presente sino en posteriores donde trate específicamente de ampliar mis conocimientos y someterme a la autocrítica. Cabe destacar que Saussure es al pionero. <br />
<br />
Iniciando con el tema, podemos ver que en ambos casos se logra notar la necesidad de autodefinir a la Lingüística y separarla de las otras ciencias que estudian el lenguaje, más no de aislarla ; la preocupación acerca del objeto de estudio, la metodología, sus límites… No se podía ni se quería confundir con cualquier disciplina que estudiara ya a la comunicación entre los humanos. Y aquí es donde aparece la primera diferencia de ideas. Para Coseriu:<br />
<br />
<blockquote>“La lingüística no puede ser, por tanto ciencia general de los «lenguajes» — que constituyen más bien el objeto de la llamada semiología— , sino que trata exclusivamente, en primer lugar, del lenguaje articulado y, en segundo lugar, de los demás sistemas que sólo reproducen a éste."(Coseriu 17),</blockquote>Esto es, estudia el lenguaje hablado de lo más general a lo más particular y en todas las derivaciones posibles siempre, y a todo aquel sistema de símbolos que le reproduzca, como la escritura “fónica” .<br />
Por otro lado, Saussure dice que “la materia de la lingüística está constituida en primer lugar por todas las manifestaciones del lenguaje humano, ya se trate de pueblos salvajes o de naciones civilizadas, de épocas arcaicas, clásicas o de decadencia, teniendo en cuenta, en cada período, no solamente el lenguaje correcto y el «bien hablar», sino todas las formas de expresión” (Saussure). En esta definición, ya se integra el lenguaje escrito, de hecho, se elige como ejemplo de las lenguas anteriores por ser una prueba perdurable del sistema de comunicación de épocas anteriores.<br />
<br />
En ambos casos, hay una concordancia indiscutible: el objeto de la lingüística es el lenguaje articulado. En este punto, vemos que Coseriu nos remite en su trabajo a Saussure, donde nos menciona que se puede decir que, bajo la definición anterior, la lingüística podría parecernos muy amplia, como la ciencia de todo lenguaje, pero eso es lo que F. de Saussure llama semiología. En todo caso, separa la lingüística y la define como la que estudia el lenguaje articulado (lengua en el trabajo de Saussure y definido como una parte esencial y autónoma en la comunicación (Saussure 37)). <br />
<br />
Saussure, amplia el concepto llevándolo a la definición más precisa, descartando la idea de ser indispensable o no el que el aparato vocal sea natural, aunque, por ser anterior a Coseriu, éste nos habla de que el lenguaje articulado puede significar, o bien, a la subdivisión de la cadena en cadena de sílabas o a la cadena de significaciones en unidades significativas (Saussure 38). Partiendo del segundo concepto, el ser humano es capaz de expresar una idea, punto, etc., a través de la creación de significados estructurados, esto es, el ser humano crea un sistema de símbolos diferentes para expresar ideas variadas. La facultad de habar depende necesariamente de un factor social que determine el código de símbolos y el proceso individual del ejercicio de la lengua. <br />
<br />
Actualmente, la lingüística ya sentó bien sus raíces y se ha ramificado. Sabemos que no solo estudia “el correcto habla” (etiqueta que se ha ganado socialmente el lingüista, de manera peyorativa en ocasiones), sino también el fenómeno social que se encierra detrás de muchas generaciones de intercambios entre comunidades, continentes, tribus, personas… por ello es y debe ser interdisciplinaria, abierta a nuevas expectativas y puntos de vista diferentes de los cuales pueda apoyarse para un mejor resultado en sus trabajos y aportaciones. <br />
<br />
<strong>Bibliografía</strong><br />
*Coseriu, Eugenio. Introducción a la Lingüística. 1983.<br />
<br />
*Saussure, Ferdinand. «Objeto de la Lingüística.» Saussure, Ferdinand. Curso de Lingüística General. Buenos Aires: Editorial Losada S.A., 1945. 35-39.Eliashttp://www.blogger.com/profile/00827990169005403066noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6066083742989315937.post-56090656960541617152010-12-31T18:00:00.001-08:002010-12-31T18:00:00.531-08:00El Brindis del Bohemio (Un Saludo de Navidad), de Guillermo Aguirre y FierroEn la voz de Manuel Bernal, el brindis de un bohemio que alza su copa en una mesa que festeja la llegada de año nuevo. Espero que lo disfruten tanto como yo.<br />
<br />
<iframe frameborder="0" height="344" src="http://www.youtube.com/embed/lTlhr1X2hPw?fs=1" width="425"></iframe>Eliashttp://www.blogger.com/profile/00827990169005403066noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6066083742989315937.post-62951247154060095372010-12-22T23:47:00.000-08:002010-12-22T23:47:58.326-08:00Símbolos de belleza naturales en el arte chino y japonés.Japón viene de China, o China viene a Japón… en cualquier dirección las semejanzas son evidentes. Pero son sólo eso, semejanzas. A Pesar de ser muy similares, culturas de ambos países buscan objetivos similares, tendencia que se puede observar en los prototipos de belleza en el arte. En incluso podemos asegurar que china se fue a Japón.<br />
<br />
Para iniciar, dejaré en claro que este es un trabajo que dedico solo por placer, y busco hacer un breve recuento de los arboles que son prototipo de belleza en la China y en Japón, específicamente el Melocotonero (duraznero), el ciruelo y el cerezo. Abordo no solo las cuestiones naturales, sino que trato de hacer un recuento del arte donde aparecen estos árboles tanto como complemento estético y como símbolo a interpretar. Mi primera intención era hacer un análisis de directrices en función al símbolo de belleza y el camino que lleva a considerarse como tal a dichos árboles directamente en la literatura. Pero los orígenes, como mencione antes, están en china, y con el “culto al melocotón” (entre otros) con la pintura-poema(la idea impresa, como se conocía en aquel entonces), que a lo entendido occidentalmente era parte de la caligrafía. Es por ello que me basaré un tanto en la información que recabe de la red y hare algunas conjeturas, que si bien, solamente se basan en la observación y lectura de algunos textos, trataré de argumentarlos de la manera más óptima para dejar los menos vacíos posibles.<br />
<br />
Aclarando que al decir referime a occidente como punto de partida, es por motivos de facilidad para mí, y me refiero especificamente a la pintura que es anterior al movimiento cultural de la hibridación oriente-occidente (ahora sí que es la historia eurocentrista: el antes y después de los occidentales. Hago mención al antes). Mi interés no va en función a la pintura, sino al símbolo de belleza que crea, esto es los arboles citados. Con las directrices me refiero al camino que los lleva a considerar un símbolo como algo estético, ya sean únicamente visuales, religiosas, sociales… y si solo es considerado como estético, y a la secuencia que creo yo que se llevó históricamente (no he encontrado un punto de comparación que me de la certeza de hayar un momento cronológico confiable). Nadie le atribuye el adjetivo de hermoso sin un argumento, y mi interés era encontrar tal.<br />
<br />
Iniciando la carrera en china, el lo estético está en el melocotonero chino. Buscando en la red encontré la carga religiosa en torno al melocotón, y de ahí supongo que en retribución o cualquier otro motivo (como el de cualquier cultura que pinta a lo sagrado), fue también plasmado en la pintura. <br />
<br />
Para Pedro Cecinos, el melocotón se deriva en:<br />
<br />
Taojian, (melocotón+flecha). Era como se llamaban las flechas construidas con madera de melocotón que se disparaban en cualquier dirección o simplemente se colocaban sobre la cuna de un niño, cuando se sospechaba que algún peligro le acechaba.<br />
<br />
Taofu (melocotón + signo). Designaba los amuletos de madera de melocotón que se colgaban del cuello de los niños, para evitar que los demonios se acercaran a ellos. Este mismo término se utilizaba tanto para los "talismanes de madera de melocotonero suspendidos en los dos lados de la puerta para expulsar a los malos espíritus", como las "frases paralelas pegadas a ambos lados de la puerta por Año Nuevo." En algunas regiones se llaman taoban (melocotón + tablas). <br />
<br />
Táoliè. Escoba de madera de melocotón, utilizada para expulsar a los demonios. <br />
<br />
Táorén (melocotón+persona). Figura humana hecha en madera de melocotón, que se colocaba en la puerta para ahuyentar a los demonios. <br />
<br />
Taohesuo. Era un tipo de candado que unía los dos pies del niño. La gente creía que así le conferían longevidad y les podían proteger de las malas influencias. También era la madera de melocotón la preferida para hacer las camas de los niños, pues se consideraba que le proporcionaría una vida feliz. <br />
<br />
En términos generales, el melocotón era parte de la cultura religiosa de china. Sabemos que la cultura japonesa toma como modelo a seguir la cultura china, pero a diferencia de esta, no solo busca el sentido religioso sino la perfección: en la guerra, el arte, la manera de vestir, de vivir… <br />
<br />
Cómo se transfiere el melocotón a Japón. En realidad, solo se transfiere un familiar de especie: el ciruelo Es un fruto más pequeño, sin pelos en el exterior (como el melocotón), más bien rojo, más definido… y más pequeño (tanto el árbol como el fruto). Generan casi la misma cantidad de frutos pero requieren de algunos cuidados específicos para que este produzca abundantemente. Bajo el argumento de la perfección, supongo que los japoneses importaron el ciruelo antes que el melocotón, por la excesiva de cuidados especializados que requiere, y que es un ritual hacer: desde la poda hasta la manera de cosechar y la precisión climática (me refiero, claro esta, al cambio estacional).<br />
<br />
Pero la situación es que no se detienen ahí. Explicado desde el argumento de la búsqueda de la identidad propia (factor fundamental para poder ocupar china y diferenciarse de ellos ), encontraron el cerezo. <br />
<br />
Este es un tanto más pequeño, de hecho, crece a la mitad del ciruelo. Se festeja una fiesta en honor al cerezo: el hanami, día que las familias salen a una especie de pic-nic bajo un cerezo a tomar te verde o sakefurto). Con motivo de la llegada del renacimiento de la vida, la primavera, los jóvenes también aprovechan la ocasión para declararse su amor (que bajo el cerezo no puede significar eterno), o declararse.<br />
<br />
Al inicio, siempre parece que todos son diferentes. Pero en realidad solo se cambian de nombres… me refiero con estas palabras a que en esencia, Japón y China, tienen una cultura arraigada que va paralela y de la mano. Esto también se comparte con algunas culturas orientales de las que no hablo aquí. No obstante, los enlaces China-Japón me parecen fundamentales para poder entender la cultura en sus orígenes como en algunos fuertes destellos que logra emanar. <br />
<br />
<br />
<br />
Bibliografía<br />
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Ceinos, P. (2004). Melocotón: fruta de la inmortalidad. Recuperado el 25 de noviembre de 2010, de <a href="http://www.chinaviva.com/cultura/melocoton.htm">http://www.chinaviva.com/cultura/melocoton.htm</a>Eliashttp://www.blogger.com/profile/00827990169005403066noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6066083742989315937.post-87646767520219582052010-09-15T22:47:00.001-07:002010-09-21T12:26:27.303-07:00Memorias de un mexicanoHola, pues aquí les dejo un video de un desfile a la antigüita. Disfrutenlo^^<br />
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<object height="344" style="background-image: url(http://i3.ytimg.com/vi/F44djjqbEV8/hqdefault.jpg);" width="425"><param name="movie" value="http://www.youtube.com/v/F44djjqbEV8?fs=1&hl=es_ES"><param name="allowFullScreen" value="true"><param name="allowscriptaccess" value="always"><embed src="http://www.youtube.com/v/F44djjqbEV8?fs=1&hl=es_ES" allowscriptaccess="never" allowfullscreen="true" wmode="transparent" type="application/x-shockwave-flash" height="344" width="425"></embed></object>Eliashttp://www.blogger.com/profile/00827990169005403066noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6066083742989315937.post-88387340159353253392010-09-15T22:42:00.000-07:002010-09-15T22:42:39.261-07:00Vacaciones InolvidablesEl mar comienza a ceder un poco. Los surfistas salían corriendo de su hábitat. Los guardacostas intentaban calmar a los turistas mientras sacaban el cuerpo. Estaba muerta.Eliashttp://www.blogger.com/profile/00827990169005403066noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6066083742989315937.post-34740350672841929172010-09-02T14:30:00.001-07:002010-09-21T12:26:27.304-07:00FUNCIONAMIENTO DE EL CALENDARIO AZTECA HISTORIA DE MEXICOComo parte importante de ser mexicanos, aqui les dejo una explicacion del ¿calendario?, bueno, pero si es mexica^.^<br />
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<object height="344" width="425"><param name="movie" value="http://www.youtube.com/v/DelC5EG5-bE?fs=1&hl=es_ES"><param name="allowFullScreen" value="true"><param name="allowscriptaccess" value="always"><embed src="http://www.youtube.com/v/DelC5EG5-bE?fs=1&hl=es_ES" width="425" height="344" allowscriptaccess="never" allowfullscreen="true" wmode="transparent" type="application/x-shockwave-flash"></embed></object>Eliashttp://www.blogger.com/profile/00827990169005403066noreply@blogger.com0